Las tasas de mortalidad por cáncer de mama han disminuido un 44 % desde 1989 a nivel general, evitando aproximadamente 517.900 muertes. Así lo reflejan los datos de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society, ACS) en su informe ‘Estadísticas del cáncer de mama 2024’, una actualización bienal que ofrece un panorama detallado sobre la incidencia y las tendencias del cáncer de mama en Estados Unidos. Sin embargo, no ha sido una caída uniforme entre todas las mujeres, ya que las tasas de mortalidad entre las mujeres indígenas estadounidenses y nativas de Alaska (AIAN) se han mantenido prácticamente iguales durante los últimos 30 años.
Mientras la mortalidad disminuye, preocupa el incremento en la incidencia del cáncer de mama, que ha crecido un 1 % anual entre 2012 y 2021, especialmente entre las mujeres menores de 50 años y las mujeres asiáticas estadounidenses y de las islas del Pacífico (AAPI), con aumentos que oscilan entre el 2,5 % y el 2,7 % anual.
"El progreso futuro puede verse frustrado por el aumento de la incidencia, especialmente entre las mujeres más jóvenes, y por las consecuencias de la pandemia de COVID-19, como el retraso en el diagnóstico"
“La noticia alentadora es que las tasas de mortalidad por cáncer de mama siguen disminuyendo gracias a los avances en la detección temprana y el tratamiento”, indica Angela Giaquinto, científica asociada de investigación de vigilancia del cáncer en la Sociedad Estadounidense del Cáncer y autora principal del estudio. “Pero el progreso futuro puede verse frustrado por el aumento de la incidencia, especialmente entre las mujeres más jóvenes, y por las consecuencias de la pandemia de COVID-19, como el retraso en el diagnóstico debido a las interrupciones en las pruebas de detección”.
El cáncer de mama sigue siendo el tipo de cáncer más común entre las mujeres estadounidenses, después del cáncer de piel, y es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres hispanas. En 2024, se espera que alrededor de 310.720 nuevos casos de cáncer de mama invasivo sean diagnosticados en mujeres, y se estima que 42.250 mujeres perderán la vida a causa de esta enfermedad. Aunque poco frecuente, el cáncer de mama también afectará a 2.790 hombres este año, de los cuales 530 fallecerán.
Para elaborar este informe, los investigadores de la ACS analizaron datos de incidencia y mortalidad recopilados a través de diferentes programas como el de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del Instituto Nacional del Cáncer, el Programa Nacional de Registros de Cáncer (NPCR) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y el Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Los datos combinados de SEER y NPCR proporcionados por la Asociación Norteamericana de Registros Centrales de Cáncer (NAACCR) fueron la fuente de las tendencias de incidencia a corto plazo (1998-2021) y las tasas de incidencia contemporáneas (2017-2021) por raza y etnia, edad, subtipo molecular, estado y estadio (Resumen de SEER).
“Es necesario corregir estas brechas mediante esfuerzos sistemáticos para garantizar el acceso a pruebas de detección y tratamiento de alta calidad para todas las mujeres”
“Hoy en día, las mujeres tienen muchas menos probabilidades de morir de cáncer de mama, pero aún persisten disparidades alarmantes, especialmente entre las mujeres asiáticas, de las islas del Pacífico, indígenas estadounidenses y negras”, afirma el Dr. William Dahut , director científico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer. “Es necesario corregir estas brechas mediante esfuerzos sistemáticos para garantizar el acceso a pruebas de detección y tratamiento de alta calidad para todas las mujeres”.
El informe también reveló que las mujeres indígenas estadounidenses y nativas de Alaska (AIAN) tienen una incidencia de cáncer de mama un 10 % menor que las mujeres blancas, pero una tasa de mortalidad un 6 % mayor. Además, solo el 51 % de las mujeres AIAN de 40 años o más se habían realizado una mamografía en los últimos dos años, frente al 68 % de las mujeres blancas. Este contraste en el acceso a las pruebas de detección es una de las causas principales de las disparidades en las tasas de mortalidad. Por otro lado, en mujeres menores de 50 años, la incidencia del cáncer de mama ha aumentado en las mujeres asiáticas estadounidenses y de las islas del Pacífico un 50 % desde el año 2000, superando las tasas de mujeres jóvenes hispanas, AIAN y negras.
En cuanto a las disparidades raciales, las mujeres negras continúan enfrentando una tasa de mortalidad por cáncer de mama un 38 % mayor que las mujeres blancas, a pesar de que la incidencia de la enfermedad es un 5 % menor. Además, las mujeres negras tienen una tasa de supervivencia más baja que las mujeres blancas para todos los subtipos de cáncer de mama y estadios de diagnóstico, con excepción de la enfermedad localizada, donde las mujeres negras tienen un 10 % menos de probabilidades de recibir ese diagnóstico en comparación con las mujeres blancas.
Para enfrentar estas desigualdades, la ACS lanzó el estudio VOICES of Black Women en mayo de 2024. Este proyecto busca inscribir a más de 100.000 mujeres negras en Estados Unidos, de entre 25 y 55 años, con el objetivo de entender mejor los factores de riesgo y las consecuencias del cáncer en esta población. El estudio se centrará en mujeres de diferentes orígenes y niveles de ingresos que no hayan sido diagnosticadas con cáncer.
"Es necesario garantizar que más personas tengan acceso a las pruebas de detección de cáncer de mama"
“Para aprovechar el progreso que hemos logrado en la reducción de las tasas de mortalidad por cáncer de mama, es necesario garantizar que más personas tengan acceso a las pruebas de detección de cáncer de mama”, sostiene Lisa A. Lacasse , presidenta de la Red de Acción contra el Cáncer de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS CAN), la filial de defensa de la Sociedad Estadounidense del Cáncer. “A través de acuerdos de cooperación con los 50 estados, organizaciones tribales y territorios, el Programa Nacional de Detección Temprana del Cáncer de Mama y Cuello Uterino (NBCCEDP) ha sido un salvavidas para las mujeres de ingresos limitados, sin seguro o con seguro insuficiente, proporcionándoles pruebas de detección y tratamiento críticos. El Congreso tiene la oportunidad de aprobar la Ley de Detección para que las Comunidades Reciban Servicios Necesarios Tempranos y Equitativos (SCREENS) para el Cáncer, que volvería a autorizar el NBCCEDP y ampliaría su alcance a más personas que de otra manera no podrían hacerse las pruebas de detección. Instamos al Congreso a que dé este paso para salvar vidas del cáncer y, al mismo tiempo, reducir los costos de nuestro sistema de atención médica”, concluye.