Durante años, se ha puesto de ejemplo el modelo implantado por Islandia para reducir el consumo de alcohol y otras drogas entre la población joven por sus altas tasas de éxito. Sin embargo, y a pesar de constituir “un modelo prometedor”, investigadores europeos recomiendan que no se copie y pegue en otros Estados. Así lo ha subrayado la Sociedad Europea para la Investigación en Prevención (EUSPR) que apuesta por “usarlo sabiamente, al igual que otros recursos de prevención de casos”.
Según ha indicado este organismo, “no se puede implementar este modelo en comunidades que no cuentan con las características particulares y específicasdeIslandia”. En este sentido, ha subrayado que “se debe ser cauteloso a la hora de darle amplia difusión y comercialización de un modelo probado en un solo país”.
Desde la EUSPR subrayan el "éxito" de la aplicación del enfoque islandés pero precisan que no es transferible a otros países ya que sus medidas "están muy vinculadas a la situación particular de Islandia"
El prototipo islandés, según informa la Euspr, se centra en un “enfoque ambiental” donde juegan un “papel central” la relación de los jóvenes con sus familias, las actividades durante el tiempo libre que desarrollan, acompañadas de una presión normativa cada vez mayor”. La novedad recae, recalca esta sociedad, “en aglutinar una aplicación consistente y consecuente de estos principios basados en la evidencia”.
Algunas de estas medidas “estrella” son el aumento de la oferta de actividades de ocio supervisadas, el uso de mecanismos “efectivos y probados” como la supervisión parental o las reuniones familiares o una estrategia con los medios de comunicación. Y entre las más destacadas la “disminución de la exposición al riesgo de los menores estableciendo límites horarios o toque de queda a las 22:00 horas”.
AMPLIA DIFICULTAD EN SU DIFUSIÓN
Si se atiende a una perspectiva legislativa, la Sociedad Europea para la Investigación en Prevención (EUSPR) considera que existe “una amplia dificultad en la difusión del modelo islandés”. Especialmente apuntan que “establecer un toque de queda no es una medida obvia”. Asimismo, recalcan que “la densidad de población y otras diferencias contextuales, como el apoyo social y un enfoque ascendente, están muy vinculadas a la situación particular de Islandia y no son transferibles a otros países”.
Desde esta sociedad, inciden en que “aunque el éxito de la aplicación de este enfoque es obvio”, para ser implementado en otras comunidades “se precisa de una revisión crítica de sus componentes”. Por ello, redundan que “la comunicación sobre el modelo islandés se centra en su carácter único, lo que conlleva el uso de un conjunto obligatorio de instrumentos de implementación y de investigación comerciales”.