Mitos sobre el vapeo: sustituir el tabaco por cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, un error

El CNPT y #SaludsinBulos advierten que la mayoría de las personas que usan el cigarrillo electrónico para dejar de fumar acaban consumiendo los dos productos

Mitos sobre el vapeo (Fuente: Canva / Consalud)
8 enero 2025 | 12:25 h
Archivado en:

La mayoría de las personas que utilizan el cigarrillo electrónico para dejar de fumar terminan consumiendo ambos productos. Esta es una de las principales conclusiones del informe sobre vapeo, pipas de agua y salud que ha elaborado el experto del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y del Grupo de Abordaje del Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el Dr. Rodrigo Córdoba García, junto al Instituto #SaludsinBulos. Este trabajo desmonta los mitos más comunes sobre los beneficios de los cigarrillos electrónicos o e-cigs y las pipas de agua.

Según el informe, el consumo dual, lejos de reducirlo, aumenta el riego de enfermedades respiratorias, especialmente en adultos jóvenes. En este colectivo el vapeo triplica el riesgo de transición al tabaco. Algunos estudios aseguran, incluso, que los menores que usan e-cigs tienen 6,3 veces más probabilidades de ser fumadores y 5,7 de convertirse en adictos al cigarrillo electrónico.

"Algunas tabaqueras fomentan, desde las redes sociales, la idea de que el vapeo es preferible al cigarrillo tradicional, pero es una dicotomía falsa. En realidad, están fomentando el tabaquismo” Carlos Mateos

“El vapeo conduce a una dependencia permanente de la nicotina y, en algunos casos, los e-cigs son más adictivos que los propios cigarrillos”, asegura el doctor Córdoba.  Además, el riesgo de padecer patologías cardiovasculares, metabólicas, respiratorias y de la cavidad oral se incrementa un 30 % al consumir cigarrillos electrónicos, cuando se consumen conjuntamente con tabaco. Y el informe resalta que “no sabemos los efectos cancerígenos a largo plazo y dentro de 15 años será demasiado tarde para volver atrás”.

Para Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos, algunas tabaqueras fomentan, desde las redes sociales, la idea de que el vapeo es preferible al cigarrillo tradicional, pero es una dicotomía falsa. En realidad, están fomentando el tabaquismo”.

El informe refleja que, pese a creencias que sostienen lo contrario sin ninguna evidencia al respecto, la nicotina y otras sustancias en los cigarrillos electrónicos pueden afectar a la función cardiovascular y pulmonar, reduciendo el rendimiento físico y la resistencia. En cuanto al efecto del aerosol del vapeo, aunque los e-cigs contienen picos de partículas y tóxicos menores a los del tabaco, alcanzan concentraciones entre 500 y 800 microgramos por metro cubico inaceptables en un espacio interior. Los límites de contaminación por PM 2.5 en el aire se sitúan en torno a 10 mcg/m por lo que el aerosol del e-cig multiplica en algún momento entre 50 y 80 veces estos niveles de contaminación.

“Una pipa de agua contiene 2.5 veces más nicotina que un cigarrillo convencional”

El informe también analiza los mitos más comunes sobre las pipas de agua, cuyo uso ha experimentado un crecimiento significativo en España en los últimos años. Según un estudio reciente, uno de cada cinco jóvenes españoles consume cachimbas o shishas con alta frecuencia y, mientras el 20 % de la población joven lo hace a diario, un 35 % enciende al menos una pipa de agua semanalmente.

Las pipas de agua representan un riesgo para la salud pues su humo contiene altos niveles de monóxido de carbono y contribuye a la generación de hidrocarburos aromáticos policíclicos carcinógenos. Además, su uso está relacionado con efectos nocivos para el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular, la cavidad bucal y la dentadura. Además, este tipo de tabaco genera un gran volumen de humo con una alta concentración de pequeñas partículas (PM 2.5) que contaminan el aire y exceden las normas internacionales sobre calidad del aire. Y contienen 2.5 veces más nicotina que un cigarrillo convencional.

Las pipas de agua contienen melaza de tabaco, por lo que incluyen nicotina.  Bastan unas 1000 caladas de pipa de agua para desarrollar dependencia de la nicotina, aunque no se fumen cigarrillos tradicionales. El informe advierte que “una pipa de agua contiene 2.5 veces más nicotina que un cigarrillo convencional”. “La pipa de agua no es más que otra forma de consumir tabaco y hacerse adicto a la nicotina con el tiempo”, concluye el doctor Córdoba.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.