Desde el inicio del Plan Nacional de Médula en enero de 2013 la donación se ha incrementado en España un 216%. Cifra que, a día de hoy, sigue en escalada. En los primeros siete meses de 2017, por ejemplo, el registro de inscritos como donantes se aproximaba a los 340.000, lo que representa un aumento del 20% solo este año. Visto así, el panorama es alentador, pero, pese a todo, a pie de calle siguen resonando dudas y preguntas como “¿es doloroso?”, o “¿te pinchan en la espalda?”. Por eso, cabe recordar que se trata de un procedimiento relativamente sencillo y sin ningún perjuicio para la persona que dona.
El primer paso es inscribirse como donante de médula ósea, aunque es necesario tener entre 18 y 55 años y gozar de buena salud. Cualquier persona inscrita como donante de médula ósea está a disposición para dar progenitores hematopoyéticos (células madre de la sangre) a cualquier persona del mundo que lo necesite. Este es uno de los primeros errores, fruto del desconocimiento, que suele encontrarse de forma generalizada. Inscribirse no sirve para salvar la vida a una persona determinada, sino para cualquiera que lo necesite y con el que el donante sea compatible. Es una cuestión de azar. Es más, por estadística, el 75% de los donantes compatibles aparecen entre personas anónimas.
Cada año 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. Muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad: 3 de cada 4 pacientes no tendrá un familiar compatible
Cada año 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. Muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad: 3 de cada 4 pacientes no tendrá un familiar compatible. El trasplante, en el que se sustituyen las células enfermas del paciente por células sanas, es la única esperanza para estos pacientes y otros afectados por algunas enfermedades de la sangre.
Superado el escollo de los requisitos, la inscripción puede realizarse desde la web de la ONT o en centros de referencia de donantes españoles. Allí se extrae una pequeña muestra de sangre, como cualquier analítica que sirve para analizar el ADN. El resultado se introduce en la base de datos del Registro Español de Donantes de Médula Ósea, que cuenta aproximadamente con 300.000 personas. A partir de ese momento, el posible donante queda disponible para todas las búsquedas de compatibilidades que se inicien desde cualquier registro del mundo. Pero, y ahí otra de las confusiones, aún no se ha donado, simplemente la persona queda inscrita como una posibilidad de salvarle la vida a alguien.
¿Y SI RESULTA COMPATIBLE?
Si, finalmente, la persona inscrita es compatible con un paciente que necesita un trasplante, se procede a obtener las células madre sanas. Aunque pueden transcurrir hasta diez años desde la inscripción hasta la llamada por el que la persona se convierte en donante.
La donación de progenitores hematopoyéticos se puede llevar a cabo de dos maneras, y la decisión corre a cargo del donante. Este suele ser uno de los factores del proceso que más echa para atrás a posibles donantes a la hora de dar el paso, ya que se suele confundir la médula ósea con la médula espinal. En cambio, el procedimiento, no tiene nada que ver.
La manera más habitual se llama aféresis, y consiste en obtener células madre de sangre periférica después de la administración de cuatro o cinco inyecciones subcutáneas de unos agentes llamados factores de crecimiento, que hacen pasar las células madre de la médula al torrente sanguíneo. Es muy parecido a la extracción de sangre, solo que requiere una pasar en el hospital entre tres y cuatro horas porque requiere la separación de los glóbulos rojos, las plaquetas, el plasma y las células madre sanguíneas.
El otro procedimiento mucho menos frecuente (apenas en el 20% de los casos o pacientes con enfermedades muy particulares que responden mejor a este tipo de donación) , es la extracción de sangre medular de las crestas ilíacas (parte posterior-superior de la pelvis) mediante unas punciones. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general o epidural y requiere ingreso hospitalario de 24 horas.
"El incremento del número de donantes nacionales hace crecer la probabilidad de que se pueda localizar una médula compatible y de que sea con un donante español, con el consiguiente ahorro de costes que eso supone”
MÁS CAMPAÑAS
Con motivo de la celebración del Día Internacional del Donante de Médula Ósea el pasado mes de septiembre la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (Sehh), hizo un llamamiento para que la población se informe de este tipo de donación. Pese a los buenos datos, insiste, las campañas "deberían ser más regulares y programadas para evitar donaciones puntuales".
Además, afirma Carlos Solano, presidente del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (Geth), “el incremento del número de donantes nacionales hace crecer la probabilidad de que se pueda localizar una médula compatible y de que sea con un donante español, con el consiguiente ahorro de costes que eso supone”. Las campañas de donación de médula ósea “tienen un gran valor porque ayudan a recordar a toda la población la importancia que tiene este gesto solidario, especialmente entre los jóvenes y las minorías étnicas”, apunta el experto. Sin embargo, dichas campañas “deberían ser más regulares y programadas para evitar donaciones puntuales y masivas que saturan el procedimiento de tipaje e incorporación al Redmo”