Según el Estudio de la Carga Global de las Enfermedades (Global Burden of Disease Survey), la migraña es la sexta enfermedad más prevalente en el mundo. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que esta enfermedad afecta a un 12-13% de la población, es decir, más de 5 millones de españoles la padecen. Estos datos indican el alto índice de prevalencia de esta enfermedad neurológica en nuestro país.
Se trata de una cefalea primaria con crisis de hasta cuatro horas si no se utiliza el tratamiento apropiado y que se incrementan en verano debido a los cambios de temperatura. Esta patología condiciona la vida de quienes la padecen y produce un gran impacto en su funcionamiento diario a nivel físico, emocional y social. Este dolor, que afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 40 años, se da en un único lado de la cabeza y está asociado a náuseas, vómitos, fotofobia o fonofobia.
“Uno de los posibles desencadenantes de migraña son los cambios de tiempo, de tal forma que las personas que están acostumbradas a una temperatura determinada, el cambio de temperatura o ir a un sitio más caluroso, les puede facilitar la aparición de estos dolores” explica el doctor Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
Estos pacientes que sufren de cefaleas de más de 15 días al mes son personas que sufren de migraña episódica o crónica. Por el contrario, los dolores transitorios por focalidad neurológica se denominan migraña sin aura o con aura, dependiendo de la alteración que produzca en el paciente.
“Cuando llega el verano, la deshidratación puede facilitar la aparición de dolores de cabeza de tal forma que es bueno que, quienes sufren migraña, se mantengan con una hidratación correcta”
Irimia destaca que esta patología está asociada a una “predisposición individual” y añade que “no todo el mundo tiene asociado el calor a un empeoramiento de sus migrañas, pero muchas personas sí que notan ese desencadenante”. Sin embargo, esta cefalea sí tiene condicionantes que inciden directamente en una predisposición al empeoramiento de la enfermedad. En este sentido, el doctor destaca que, en las personas con migraña, “cuando llega el verano, la deshidratación puede facilitar la aparición de dolores de cabeza de tal forma que es bueno que, quienes sufren migraña, se mantengan con una hidratación correcta” en la época estival.
Aunque no existe una cefalea asociada a las altas temperaturas, “en verano, los horarios desordenados y el ayuno prolongado pueden favorecer la aparición de esta enfermedad neurológica” asegura el doctor. Los pacientes que presentan esta patología deben cuidar correctamente su hidratación y, en la medida de lo posible, evitar cambiar sus hábitos alimentarios.
Además del incremento de las temperaturas y los malos hábitos asociados al verano y las épocas vacacionales, la SEN señala que, un 25% de los pacientes con migraña, nunca ha consultado a su médico por una dolencia de esta índole. Además, el abandono del seguimiento, situado en un 50%, favorece el incremento y hace que esta enfermedad esté “infratratada”. Sin embargo, en los últimos años, según informa el coordinador de la SEN, se han producido avances en los tratamientos para la mejora de esta enfermedad neurológica.
CAMBIOS FUNDAMENTALES EN EL TRATAMIENTO DE LA MIGRAÑA
La SEN explica que, la migraña “es una enfermedad neurológica discapacitante, con una alta prevalencia, con un gran impacto en la vida de los pacientes y, a pesar de ello, es todavía una enfermedad infradiagnosticada e insuficientemente tratada y reconocida”. Para el tratamiento de esta enfermedad, en la que más del 50% de los pacientes presentan un alto grado de discapacidad, “se han producido cambios fundamentales” en los últimos años, resalta Irimia.
“Se ha descubierto que hay una proteína que está elevada en la sangre, llamada péptido regulador del gen de la calcitonina, llamado CGRP por sus siglas” asevera el doctor. Esta alternativa ha sido constatada por la Agencia Europea del Medicamento como método para tratar la migraña mediante anticuerpos monoclonales. Estos compuestos bloquean la acción del neuropéptido CGRP, una molécula implicada en la percepción del dolor en el paciente.
“Hemos conseguido que muchos pacientes que no tenían un tratamiento específico noten un cambio significativo en sus cefaleas”
Estos tratamientos “se toleran muy bien” por los pacientes, según informa Irimia, y “actúan sobre esa proteína de forma más eficaz que lo que teníamos hasta la fecha” añade. Gracias a estos tratamientos novedosos, “hemos conseguido que muchos pacientes que no tenían un tratamiento específico y no tenían esperanza de que pudiera mejorar, en la actualidad recurran a estos fármacos y noten un cambio significativo en sus cefaleas” afirma el doctor.
Del listado de fármacos que mejoran la migraña, algunos son de carácter preventivo y “reducen el dolor de cabeza, pero otros también se utilizan para las crisis agudas” indica Irimia. Asimismo, un uso correcto de la medicación unido a un conjunto de buenos hábitos, reducirá estas cefaleas en la mayoría de los casos. Irimia destaca que, algunos pacientes, “son capaces de identificar desencadenantes alimentarios y, en ese caso, eliminarlos para mejorar la migraña”.
Sin embargo, existen hábitos generalizados que deben evitarse en cualquier situación para quienes sufran migraña, como el consumo de alcohol, que “está demostrado que, en la mayoría de los pacientes con migraña, les va a generar dolor de cabeza, por lo que es necesario evitarlo” añade el doctor. No obstante, un tratamiento preventivo y específico mejorará considerablemente la vida del paciente y siempre “dependerá de una predisposición individual” concluye.