Una paciente con alzhéimer y afasia que, sin hablar desde hacía un año, cantó el estribillo de Clavelitos. Rocío, una joven de 28 años ingresada 21 días en la UCI, comenzó a mover cabeza y extremidades al escuchar su canción favorita. La música despidió a Prudencio, el último paciente del pabellón 7 de IFEMA, cuando la pandemia dejó atrás los miles de muertos y hospitalizados al día. Estas son las vivencias que se mantienen nítidas en el recuerdo de los artistas voluntarios de Músicos por la Salud, una asociación que lleva la música a las frías estancias en hospitales para hacer más amena la experiencia y la convivencia con la enfermedad.
La Oficina Regional de la OMS para Europa demostró que el uso de medios artísticos en la atención de la salud puede tener beneficios duraderos para los pacientes. La música apoya el desarrollo infantil, fomenta comportamientos que promueven la salud y ayuda a prevenir o retrasar diferentes problemas como las enfermedades cardiovasculares. Pero también reduce el dolor y la fatiga de los pacientes oncológicos, mejora la plasticidad y el rendimiento cognitivo de los pacientes con alzhéimer o reduce la ansiedad mejorando el estado de los pacientes.
“Nuestros microconciertos aportan momentos de respiro gracias a la música escogida por los propios pacientes”
Diferentes estudios señalan los beneficios de la música en los hospitales. Una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid, indicó que la música en cuidados intensivos neonatales permitió mejorar la frecuencia cardiaca y respiratoria de bebés de 0 a 6 meses de edad, también las respuestas psicológicas de llanto y sueño. “Según investigaciones realizadas por la Fundación Musicoterapia y Salud reducen la ansiedad en un 27% y mejoran el bienestar un 88%, por lo tanto, son una gran herramienta también para el personal sanitario”, indica a Consalud.es Guillermo Giner, patrono fundador de Músicos por la Salud.
Creó la organización al ser consciente de la necesidad de mayor calidez en los centros sanitarios. Desde 2015 han acompañado a 500.000 personas con microconciertos en directo en UCIs, hospitales de día oncológicos, centros de hemodiálisis y de salud mental. “Nuestros microconciertos aportan momentos de respiro gracias a la música escogida por los propios pacientes, que durante un tiempo les hace evadirse de su situación”, indica Giner.
Músicos como la arpista Luisa Domingo han sido voluntarios en este proyecto. También, durante la pandemia con microconciertos online, participaron cantantes como Rozalén, Pablo Alborán, Kiko Venero o David Summer. Esa época, especialmente dura, les llevó al Hospital Enfermera Isabel Zendal a realizar microconciertos diarios a las personas ingresadas. Solo durante este 2022, la fundación ha llevado a cabo 762 microconciertos en hospitales y centros sociosanitarios de todo el país, lo que se traduce en 1.524 horas de música en vivo
“En hemodiálisis otra frase que nos dejaron en nuestro libro de momentos es ‘Cuando viene Músicos por la Salud es la sesión en Canarias, pues dura una hora menos’”
Son momentos enriquecedores en los que los músicos conectan con los pacientes y estos reciben un alivio de su sufrimiento mientras la música les llena el alma. “En el Hospital de Día los pacientes de oncología trasmiten a nuestros músicos frases como: ‘Qué malos buenos momentos nos hacéis pasar’, es decir, que los microconciertos hacen más agradable el tener que recibir un tratamiento de estas características. O en hemodiálisis otra frase que nos dejaron en nuestro libro de momentos es ‘Cuando viene Músicos por la Salud es la sesión en Canarias, pues dura una hora menos’”.
'¿Cuándo volvéis?' es la pregunta que habitualmente les hacen pacientes, familiares y personal sanitario. Hace unos meses el Congreso de los Diputados se comprometió a impulsar el desarrollo de políticas que aúnen música y salud. Una declaración institucional que reconoció que “la música ha demostrado ser clave para el estado de ánimo de los pacientes y su salud mental”, como leyó el secretario cuarto de la Mesa del Congreso, Adolfo Suárez Illana. “Esta declaración supone un hito histórico para la humanización de la sanidad de nuestro país y un gran impulso para todos aquellos que trabajamos llevando la música a los hospitales y centros sanitarios”, indica Guillermo Giner.
La idea de Músicos por la Salud es que en cada hospital haya un músico que realice microconciertos, una iniciativa que ya ha recogido 17.000 firmas y que cuenta con 2.580 músicos voluntarios. “Comprobamos a diario que los microconciertos son una excelente herramienta de humanización, igual de importante que la innovación en materia médica. Nos gusta decir que nuestros microconciertos son el «Da Vinci de la humanización»”, concluye Giner.