Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, el Instituto Quadram y la Universidad East Anglia ha hallado una especie de bacteria intestinal con capacidad para producir cambios en el cuerpo de las mujeres embarazadas, actuando en la estructura de la placenta y el transporte de nutrientes. Un proceso que afecta directamente al crecimiento del feto.
Esta bacteria no es nueva y es conocida por los efectos beneficiosos que produce tanto en los seres humanos como en los ratones. Bautizada como Bifidobacterium breve, esta se utiliza ampliamente como probiótico, por lo que los hallazgos de esta investigación podrían sugerir nuevas formas para combatir diversas complicaciones durante el embarazo y garantizar una buena salud en los recién nacidos.
La evidencia científica ha demostrado ya que los microbios presentes en nuestro intestino, conocidos como microbioma intestinal, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de nuestra salud a la hora de combatir infecciones e influir en nuestro sistema inmunológico y metabolismo. Una labor que realizan mediante la descomposición de los alimentos que ingerimos para liberar metabolitos activos que influyen tanto en las células como en los procesos corporales.
A pesar de la extensa literatura en este sentido, poco se sabe sobre cómo estas interacciones influyen en el desarrollo fetal y la salud de los bebés antes de su nacimiento. Con el objetivo de abordar esta laguna de conocimiento, la profesora Lindsay Hall, del Instituto Quadram y de la Universidad de East Anglia; y la doctora Amanda Sferruzzi-Perri y el doctor Jorge López-Tello, de la Universidad de Cambridge, han analizado como la suplementación con la bacteria Bifidobacterium breve afecta en el embarazo en ratones.
Hall ha centrado parte de su carrera en el estudio de esta bacteria y del microbioma en su conjunto en las primeras etapas de la vida. Su trabajo ha demostrado los beneficios que resultan de la administración de probióticos en los bebés prematuros. Estas bacterias logran aumentar la cantidad de microbioma durante el embarazo tanto en humanos como en ratones, relacionándose las alteraciones en sus niveles con complicaciones durante el embarazo.
"Este estudio realizado en ratones identifica al microbioma materno como un nuevo actor en la comunicación entre madre, placenta y feto. Descubrir cómo funciona esta forma de comunicación y cómo mejorarla puede ayudar a muchas mujeres que desarrollen complicaciones en el embarazo"
“Los trastornos durante el embarazo afectan a una de cada 10 embarazadas y esto es preocupante, ya que las complicaciones del embarazo pueden generar problemas de salud para la madre y para el bebé, incluso después del parto”, declara a través del comunicado publicado por la Universidad de Cambridge Sferruzzi-Perri. “Este estudio realizado en ratones identifica al microbioma materno como un nuevo actor en la comunicación entre madre, placenta y feto. Descubrir cómo funciona esta forma de comunicación y cómo mejorarla puede ayudar a muchas mujeres que desarrollen complicaciones en el embarazo, además de ayudar al desarrollo de su hijo”, añade.
Para establecer estas conclusiones los investigadores utilizaron ratones libres de gérmenes. En estos casos en los que el organismo de la madre no contaba con Bifidobacterium breve, el feto no recibió la cantidad adecuada de azúcar y no creció ni se desarrolló adecuadamente. El suministro de la bacteria en ratones que no la tenían mejoró los resultados fetales al restaurar el metabolismo y traducirse en un crecimiento y desarrollo fetales a niveles normales.
El estudio ha mostrado además que la falta de microbioma materno afecta al correcto crecimiento de la placenta hasta el punto de tener consecuencias negativas en el crecimiento fetal. Un análisis más detallado logró identificar una serie de factores metabólicos y de crecimiento celular claves en la regulación tanto del microbioma como de Bifidobacterium breve. “La placenta ha sido un órgano descuidado, a pesar de resultar vital para el crecimiento y la supervivencia del feto. Una mejor comprensión de cómo crece y funciona la placenta dará como resultado embarazos más saludables para las madres y los bebés”, expone López-Tello.
Los responsables de la investigación ponen el foco también en cómo el microbioma afecta al transporte de nutrientes clave para el desarrollo del feto, entre los que se encuentran los azúcares que influyen en el correcto crecimiento del feto. “Nuestros hallazgos revelan que el microbioma materno promueve tanto el desarrollo de la placenta como el crecimiento del feto”, asegura Hall.
“Creemos que esto está relacionado con el perfil alterado de metabolitos y nutrientes que afecta al transporte de nutrientes de la madre al bebé a través de la placenta. De manera emocionante, parece que agregar un probiótico Bifidobacterium breve durante el embarazo puede ayudar a mejorar el funcionamiento de la placenta, lo que tiene efectos positivos en el crecimiento del feto en el útero”, añade Hall.
A pesar de la importancia de estos hallazgos, e estudio cuenta con algunas limitaciones. La primera es que únicamente se ha centrado en el análisis de una única bacteria y el microbioma es muy complejo. Además, el estudio se ha desarrollado con ratones por lo que sus resultados no pueden extrapolarse directamente a los seres humanos. Situación que plantea la necesidad de más estudio que, de confirmar los resultados expuestos a lo largo de estas líneas, ofrecerían una forma relativamente simple y de bajo coste para ayudar a mejorar los resultados del embarazo con resultados positivos tanto para la salud de la madre como del feto.