Una evaluación de Nutrimedia junto con el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra (OCC-UPF) y el Centro Cochrane Iberoamericano concluye que el mensaje de comer menos grasas saturadas previene las enfermedades cardiovasculares "es probablemente cierto".
Ante las preguntas que suscitan la asociación del consumo de grasas no saludables y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, Nutrimedia estableció una evaluación apoyada en revisiones sistemáticas de numerosos ensayos clínicos aleatorizados con un total de más de 50.000 participantes, en los cuales la reducción del consumo de grasas saturadas se mantuvo durante al menos dos años.
El estudio concluye que la reducción en el consumo de grasas saturadas produce poco o ningún efecto en la mortalidad
La reducción de la ingesta de las grasas saturadas (grasas cárnicas, pasteles, galletas, tarta, bollería, nata, batidos o chocolate) se sustituyó por grasas poliinsaturadas, monoinsaturadas, proteínas o carbohidratos.
Los resultados reflejaron que por cada 100 personas que reducen el consumo de grasas saturadas pueden evitarse entre 1 y 2 casos de ictus o infarto de miocardio, por lo que se habla de un efecto pequeño (reducción del riesgo del 1,4%). Estas cifras son aplicables a mujeres y hombres, a personas sanas y personas con riesgo cardiovascular alto.
Además, el estudio también concluye que la reducción en el consumo de grasas saturadas produce poco o ningún efecto en la mortalidad (con un grado de certeza alto).