Menopausia en pacientes crónicas, un abordaje complejo dependiente de cada patología

La menopausia, con la que conviven todas las mujeres en cierto momento de su vida, es una realidad que puede tener efectos en la salud de pacientes crónicas

Una mujer con un médico (Foto. Freepik)

La menopausia es un periodo fisiológico en la vida de las mujeres. Un momento que marca el final de los ciclos menstruales y unos cambios hormonales cuyo mayor efecto son los síntomas: sofocos, disminución de la libido, caída del pelo o sequedad cutánea, que pueden durar meses o varios años. Toda mujer, tenga o no patologías, sea de una clase social u otra, de una etnia u otra, pasará por este proceso. Un cambio que en mayor o menor medida puede afecta a su calidad de vida, y que en algunos casos puede empeorar la salud de las pacientes que ya tenían patologías.

Según un estudio publicado hace cuatro años por la Sociedad Norteamericana de Menopausia, los síntomas de la menopausia pueden duplicar el riesgo de dolor crónico debido a los cambios hormonales y la fluctuación de los niveles de estrógeno. Una situación que puede relacionarse con el empeoramiento de pacientes que cursen con patologías de dolor, como la fibromialgia.

Los cambios hormonales también alteran el perfil de riesgo cardiovascular, como señala la Fundación Española del Corazón. Un estudio publicado en la revista ‘JAMA’ señala que con la menopausia existe un mayor riesgo de cardiopatía coronaria y mortalidad por enfermedad cardiovascular, principalmente en las mujeres con menopausia precoz. 

"Mientras algunas pacientes mejoran durante este periodo o no sufren ningún cambio, otras podrían sufrir algún empeoramiento por los síntomas o por el propio tratamiento que palía la sintomatología menopáusica”

Como destaca a Consalud.es la Dra. María Jesús Cancelo, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara y vicepresidenta de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), es importante tener en cuenta que la menopausia y las patologías crónicas son dos procesos independientes que pueden coincidir en el tiempo. Las mujeres que llegan a esta etapa de su vida conviven con el aumento de la edad, este periodo fisiológico y en algunos casos con una patología crónica previa.

“Dependiendo de la patología, la menopausia puede ser un factor que modifique su evolución. Mientras algunas pacientes mejoran durante este periodo o no sufren ningún cambio, otras podrían sufrir algún empeoramiento por los síntomas o por el propio tratamiento que palía la sintomatología menopáusica”, explica la Dra. Cancelo. Esto hace que el abordaje de estas pacientes varíe dependiendo de la patología crónica que tengan.

UN ABORDAJE PERSONALIZADO, PERO PRINCIPALMENTE PREVENCIÓN

En los últimos años, las mujeres han demandado tratamientos que les ayuden a reducir los síntomas o las complicaciones de este proceso fisiológicos. Encontramos medicamentos para reducir los sofocos, que en la mayoría de los casos son hormonales. Unos fármacos que no se pueden prescribir a todas las pacientes, pero que suponen un beneficio para algunas mujeres. Según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), actualmente en España la utilización de la terapia hormonal de la menopausia es baja: “Solo el 5,3% de las mujeres sintomáticas menopáusicas y el 2,8% de las perimenopausias los usan”.

“En pacientes con cáncer de mama, por ejemplo, evitaremos un tratamiento hormonal sustitutivo, en melanoma, sin embargo, sí podríamos hacerlo”

La preocupación sobre los riesgos de estos tratamientos ha frenado durante años este uso. Pero lo cierto es que solo en algunos casos se desaconsejan estos tratamientos o se realizan recomendaciones leves, como recoge el informe ‘Criterios de Elegibilidad de la terapia hormonal de la menopausia’ desarrollado por la AEEM y la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia “Según la patología veremos si se produce una mayor o menor influencia por los procesos tanto de la menopausia como del envejecimiento y esto afecta al abordaje”, indica la Dra. Cancelo. “En pacientes con cáncer de mama, por ejemplo, evitaremos un tratamiento hormonal sustitutivo, en melanoma, sin embargo, sí podríamos hacerlo”.

La menopausia por sí misma no empeorará todos los procesos crónicos que se sufran. En este sentido, es esencial no solo conocer los riesgos que se pueden desarrollar y recibir un tratamiento correcto, sino adelantarse a todas las complicaciones que pueden surgir con el paso del tiempo y prevenir. La menopausia y el envejecimiento son dos procesos de la vida que pueden llevar a problemas de salud en todas las mujeres, por eso no hay que esperar a llegar a este periodo de la vida para cuidarse, destaca la experta. “El hecho de cuidar el peso, hacer ejercicio físico o controlar la dieta a largo plazo reduce las complicaciones que puedan surgir según se vaya envejeciendo. Una costumbre que se debería tener desde la adolescencia", concluye la Dra. Calcedo.

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