El nivel de autoconciencia o conciencia de déficit, entendido como la capacidad que tiene la persona de reconocer que ha sufrido un daño cerebral y la discapacidad que se deriva del mismo, es uno de los aspectos más complejos a los que deben hacer frente afectados, familiares y personal clínico a la hora de abordar la recuperación y el tratamiento de este tipo de patologías.
Conscientes de la importancia de que los pacientes desarrollen una percepción ajustada de los daños sufridos, con el objetivo de facilitar su recuperación y readaptación a su vida diaria, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), del Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han participado en un estudio que desarrolla un sistema de rehabilitación de la autoconciencia en este tipo de pacientes y analiza sus consecuencias en el modo en que se desenvuelven en su día a día.
“El daño cerebral adquirido implica, en muchos casos, una mayor dificultad por parte de la persona a la hora de percibir la discapacidad derivada de esas lesiones”
“El daño cerebral adquirido implica, en muchos casos, una mayor dificultad por parte de la persona a la hora de percibir la discapacidad derivada de esas lesiones”, ha explicado Javier Pacios, investigador del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional del Centro de Tecnología Biomédica de la UPM.
“Esto hace que los pacientes no tengan una percepción realista ni del daño que sufren ni de los beneficios que pueden derivarse de la rehabilitación. Su nivel de motivación hacia el tratamiento es bajo y sus expectativas acerca de sus capacidades demasiado altas. Como resultado de todos estos factores, en muchos casos, tienen problemas para adaptarse a su nueva vida tras el daño cerebral, por lo que su calidad de vida se ve aún más perjudicada”, ha añadido el investigador.
Con el objetivo de mejorar la capacidad de los pacientes para afrontar los retos que les plantea el día a día, los investigadores han desarrollado un programa de rehabilitación de la conciencia de déficit que ya testaron en trabajos anteriores, centrándose en este caso en analizar hasta qué punto esa mejora en su nivel de conciencia puede ayudarles a mejorar su independencia en su vida cotidiana.
Para ello, el equipo en el que participa Javier Pacios, tomó una muestra de 56 pacientes del CEADAC. Los investigadores dividieron el nivel de autoconciencia de los pacientes en tres grandes categorías: su conciencia de la lesión, entendida como su capacidad para discernir que ha sufrido un daño cerebral; su conciencia del déficit, que hace referencia a la capacidad del paciente para reconocer las dificultades físicas, sensoriales o cognitivas derivadas del daño cerebral; y por último su conciencia de la discapacidad, que mide si el paciente es consciente de tener dificultades a la hora de realizar actividades cotidianas como cocinar, hacer las tareas domésticas, cuidar de un niño o una mascota o incluso estudiar.