Cuando los niños acuden a las escuelas infantiles se exponen a múltiples contagios. En estos centros los virus campan a sus anchas y se propagan fácil y rápidamente. Según el doctor Quique Bassat, pediatra especialista en Medicina Tropical y Epidemiología, el tópico de que “los niños en la escuela infantil se inmunizan”,en cierto modo, es verdad.
Lo que verdaderamente ocurre es que en estos centros los niños se exponen a que algunos de los patógenos que circulan, les infecten y les ayuden a que su sistema inmunitario aprenda a defenderse frente a los mismos. “El coste de esta inmunización es arriesgarse de forma natural a contraer las enfermedades que circulan y precisamente donde están más presentes es en las escuelas infantiles”, afirma el doctor.
“Puede ser que en esta etapa parezca que los niños están enfermos toda las semanas, pero no es más que el proceso habitual de cómo construimos nuestra defensas frente a los virus que circulan”
En cuanto a los motivos por los que los niños se enferman tantas veces durante su primer año de etapa escolar, el Dr. Bassat explica que “es pura consecuencia de este proceso de construcción de la inmunidad, por la exposición progresiva a las diferentes infecciones que circulan”. Por ello, “puede ser que en esta etapa parezca que los niños están enfermos toda las semanas, pero no es más que el proceso habitual de cómo construimos nuestra defensas frente a los virus que circulan”.
Los virus y los patógenos se propagan de forma parecida entre todos los humanos, sin depender de su edad, pero sí es cierto que en los niños se dan más frecuentemente. El motivo es que los niños tienen actitudes de riesgo muy distintas a las de los adultos. Su excesivo contacto cercano con otros de su misma edad les hacen más propensos a contagiarse en comparación con los adultos que tienen unas barreras físicas naturales por la edad.
PROTOCOLOS EN ESCUELAS INFANTILES
Hasta la llegada de la Covid-19 no existía un protocolo o un procedimiento general para las escuelas con fin de disminuir la transmisión de estas enfermedades virales, pues estas normalmente son poco agresivas en los más pequeños y no causan enfermedades graves. Tal y como afirma el Dr. Bassat, “nunca se pensó que se tenía que hacer un plan de prevención específico en las escuelas más allá de las vacunas que tocaban a los niños de esa edad”. Sin embargo, con la llegada de la Covid-19 sí que se tuvo que implementar un plan específico de prevención de transmisión y, en cierto modo, las medidas que se llevan a cabo a día de hoy son herencia de ese plan.
Muchas medidas que antes eran obligatorias como el uso de mascarillas o evitar aglomeraciones ya no se cumplen, pero algunas otras se han incorporado a raíz de su ejecución durante la pandemia:
- Ventilación de las aulas: tal y como explica el Dr. Bassat, “es algo que se hizo muy proactivamente durante la Covid, pero que se ha mantenido, y a día de hoy existe una conciencia con mucho más peso y se ha convertido en una medida de salud pública”.
- Reforzamiento de la higiene de manos: es necesaria la disponibilidad de lavabos con agua y jabón, tanto para niños como para el personal cuidador, además de tener precaución con superficies que puedan estar contaminadas.
- Vacunación: este año es el primero en el que los niños de hasta cinco años están incluidos como población de riesgo para recibir la vacuna estacional de la gripe y cuya campaña empezará el próximo 16 de octubre en la Comunidad de Madrid.
- Especial atención a los niños sintomáticos: el doctor afirma que a día de hoy se es más estricto a la hora de que esos niños que presentan indicios de estar contagiados por algún virus no vayan a la escuela.
RECOMENDACIONES PARA LOS PADRES
El pediatra aconseja a los padres simplemente hacer uso del “sentido común". “Históricamente lo que hacíamos cuando veíamos a nuestros hijos con fiebre antes de llevarlos al cole para que fuera lo menos disruptivo posible en nuestras vidas, era darles una dosis de antipirético para la fiebre y los mandábamos a la escuela” explica el Dr. Bassat. Ahora "debemos ser más conscientes", advierte el pediatra. Siempre que el niño tenga sintomatologías, debemos pensar que el mejor sitio en el que puede estar es en casa, descansando para poder recuperarse. Además, no se trata de una cuestión que afecte únicamente al niño enfermo, es una cuestión que también repercute tanto en sus compañeros como en el personal de las escuelas infantiles, por lo que la sensibilización en este sentido, es indispensable.