El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, está estudiando implementar un nuevo sistema que coordine a las oficinas de farmacia y a los hospitales permitiendo que los pacientes con VIH puedan recoger sus medicamentos en las farmacias y así no se tengan que desplazar hasta el centro hospitalario cada vez que precisan recetas médicas para su medicación.
Fuentes de los colegios oficiales de farmacéuticos han revelado a ConSalud.es que esta propuesta ha sido planteada en varias ocasiones por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) al Ministerio de Sanidad que dirige María Luisa Carcedo y todavía se encontraría en fase de estudio.
Facilitar a los pacientes la recogida de sus medicamentos, esencia principal de esta propuesta del colectivo LGTBI y los farmacéuticos
Esta medida se enmarca dentro de un convenio firmado entre Colegas y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos en materia de atención farmacéutica, prevención y salud sexual. Entre las líneas estratégicas que han consensuado ambos colectivos, se encuentra este servicio que mediante el sistema de receta electrónica permitiría a los pacientes con VIH ir directamente a la farmacia a buscar sus medicamentos (hospitalarios) ya que en ningún caso es necesario el control por parte del servicio de Farmacia Hospitalaria del centro sanitario.
"La idea es facilitar a los pacientes que puedan adquirir sus medicamentos en las farmacias, así no tendrían que pasar cada mes o cada dos meses por los hospitales con el trámite administrativo y emocional que supone", explica el coordinador de Salud de Colegas-Confederación LGTB, Rutilio Martini, en declaraciones a este diario.
Farmacéuticos, Colegas y CESIDA reclaman la libertad de elección del paciente de VIH para recibir su medicación
Esta misma semana los presidentes del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, y la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida), Ramón Espacio, han suscrito un convenio de colaboración que también recoge esta medida. Con el fin de generar el mínimo impacto en la vida de los pacientes, el presidente ha reivindicado "que tengan la libertad de elección para retirar los antirretrovirales allí donde más les convenga". Porque es necesario "que las decisiones se adopten pensando siempre en el paciente", ha finalizado Aguilar. En actualidad un paciente con VIH, dependiendo de la comunidad de residencia, puede tener que ir entre 6 y 12 veces al hospital al año para recoger los fármacos, mientras que con el médico especialista solo tiene consulta 2 veces al año.
De izquierda a derecha: Ramón Espacio, Presidente de CESIDA; y Jesús Aguilar, Presidente del Consejo General de Farmacéuticos. (Foto. CGCOF)
Ramón Espacio, presidente de CESIDA, considera que "se dan las condiciones para empezar a valorar la posibilidad de que los fármacos antirretrovirales no se dispensen exclusivamente en hospitales, pues la receta electrónica permitiría controlar la adherencia al tratamiento. Además, habría que estudiar el impacto económico que esta medida tendría en el sistema sanitario público".
La filosofía que preside este convenio es la de poner la red de 22.000 farmacias y los más de 52.000 farmacéuticos que trabajan en estos establecimientos sanitarios al servicio de la estrategia 90-90-90; 90% de personas diagnosticadas, 90% de personas en tratamiento y 90% con carga viral indetectable, esa es la meta fijada por ONUSIDA para el año 2020 con el objeto de controlar y erradicar la virus.
¿QUÉ OPINAN LOS EXPERTOS?
El Ministerio de Sanidad informó a este medio que "todavía no hay una propuesta escrita" y además indicó "que un medicamento de uso hospitalario, como son los medicamentos para el tratamiento para el VIH, sean dispensados en las oficinas de farmacia, implicaría una modificación profunda del marco normativo estatal". Sin embargo, los profesionales sanitarios no opinan lo mismo.
En una ronda de contactos para conocer la postura de las distintas sociedades médicas, ConSalud.es se ha encontrado con una postura "claramente a favor" de esta propuesta de los farmacéuticos. Francisco Zaragozá, vocal nacional de Investigación y Docencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, considera que "quizás la normativa no siempre es la más acertada" y también señala que la Aemps podría modificarla.
"Todo lo que sea facilitar al paciente el acceso al medicamento, bienvenido sea, es el principio que debe regir. Entiendo que hay medicamentos que son complejos y de administración difícil que requieren una vigilancia y deben ser administrados en el hospital. No es necesario que el paciente tenga que acudir constantemente al hospital para recoger sus medicamentos. Si no es medicamento que requiera hospitalización se le debería poder dar en la farmacia. La mayoría de medicamentos son de autoadministración", sostiene Zaragozá, que es doctor en Farmacia y ejerce como catedrático de Farmacología en las Facultades de Medicina y Farmacia en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) desde 1989.
Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEIMC), Esteban Martínez, aseguró recientemente a este diario que "para el paciente es un estigma tener que venir al hospital y que haya cualquier aspecto que le vincule o que le recuerde a la infección por VIH a veces genera problemas emocionales" y explica que "acudir a una farmacia ambulatoria le permitiría desligarse del hospital, perdiendo así ese estigma. Pudiendo ir por su cuenta como cualquier otra persona y acudir a la farmacia a por su tratamiento. Le simplificaría también la vida, porque los tiempos de espera son más flexibles".
Martínez, internista del Hospital Clínic de Barcelona y presidente del Grupo de Estudio del Sida (GESIDA) de la SEIMC, duda sobre el proceso de implementación. "Los problemas para llevarlo a cabo son de índole organizativa. Esta medicación se distribuye a través de los hospitales, el sistema está acostumbrado por rutina a esta manera de actuar y parece que este nuevo planteamiento podría costar implantarlo", afirma este facultativo.
Por otra parte, la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) también ve con buenos ojos esta propuesta del CGCOF. "Nos parece bien que esto se plantée. Son tratamientos de prescripción restringida a médicos especialistas en VIH pero si la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) quiere, estos fármacos pueden cambiar de categoría. Ahora mismo, son medicamentos de uso hospitalario (H) y para que puedan ser recogidos en las farmacias deberían convertirse en medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH)", explicó a este medio Cristina Avendaño.