Masticar un chicle constituye un proceso conocido como alimentación simulada. Según diferentes investigaciones al masticar el intestino entiende que les va a llegar comida y se preparan y proceden como si verdaderamente se estuviera consumiendo un alimento, aunque este ni es digerido ni absorbido.
Partiendo de esta base, investigadores del Centro Médico Crozer-Chester en Upland, Pensilvania, han estudiado el uso de la goma de mascar para ayudar a reactivar el trato digestivo tras una cirugía cardíaca. Los resultados han sido presentados en la Conferencia anual de cuidados intensivos y perioperatorios de la Sociedad de Cirujanos Torácicos.
Tras una cirugía cardíaca, el 5,5% de los pacientes sufren un breve cierre digestivo, que constituye una de las complicaciones más comunes de esta intervención quirúrgica. Aunque no es un problema de salud importante, el íleo puede provocar calambres abdominales, hinchazón, náuseas, vómitos, estreñimiento y dificultad para tolerar una dieta normal. Como resultado, los pacientes pueden experimentar incomodidad, recuperación lenta y estadías hospitalarias más prolongadas, lo que a su vez, conduce a un aumento en la carga física, emocional y financiera de los pacientes.
Solo dos de los pacientes que masticaban chicle (0.59%) confirmaron íleo posoperatorio
El estudio ha descubierto que los chicles ayudan a estos pacientes a sentirse mejor y ser dados de alta antes de forma más segura y simple. En la investigación participó un primer grupo de 341 pacientes que se sometieron a cirugía de 2017 a 2020 y participaron en el protocolo de goma de mascar sin azúcar después de sus operaciones y un segundo grupo, que incluyó a 496 pacientes, recibió cirugías cardíacas similares entre 2013 y 2016, pero no mascó chicle después de sus procedimientos.
Solo dos de los pacientes que masticaban chicle (0.59%) confirmaron íleo posoperatorio, mientras que 17 pacientes en el grupo que no masticaba chicle (3.43%) sí desarrollaron esta falta de contracciones musculares normales en los intestinos que conduce a una acumulación y posible bloqueo de material alimentario.
"Una preocupación subestimada después de la cirugía cardíaca es el desarrollo de un íleo o un lento retorno de la función intestinal", explica Rakesh C. Arora, del Hospital St. Boniface en Canadá, que no participó directamente en esta investigación. “La idea de que algo tan simple como masticar chicle después de una cirugía cardíaca podría minimizar este problema es muy atractiva. En cientos de pacientes sometidos a cirugía cardíaca a los que se les dio un chicle para masticar después de recuperarse del ventilador, menos de 1 de cada 100 pacientes desarrollaron un íleo. Esta fue una sorprendente reducción de casi 5 veces en comparación con el promedio histórico".
Según los investigadores, masticar chicle posoperatorio es una intervención eficaz y económica que ayuda a mejorar cómo se sienten los pacientes después de la cirugía. Cuando los pacientes se sienten mejor, es más probable que participen en sus propias recuperaciones y, en última instancia, sean dados de alta más rápido. “Dado el riesgo mínimo y el costo extremadamente trivial de esta intervención, la incorporación de goma de mascar después de la cirugía cardíaca debe considerarse fuertemente como un nuevo estándar de atención”, indica el Dr. Sirivan S. Seng, residente médico del Centro Médico Crozer-Chester.