Desafíos en el manejo del dolor crónico en niños: "Vivimos en una sociedad que niega su existencia"

La doctora Tania María García Abreu explica en ConSalud.es a qué se debe la gran complejidad a la hora de manejar el dolor crónico en niños y cómo se aborda esta situación en España

La doctora Tania María García Abreu explica a qué se debe la gran complejidad a la hora de manejar el dolor crónico en niños (Foto. ConSalud.es)
3 junio 2024 | 16:00 h
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El dolor crónico, aquel que persiste o se repite en un periodo de tres meses, no solo afecta de forma física a los pacientes, sino también a su calidad de vida y salud mental. Unos pacientes que, en muchos casos, son niños y adolescentes. En concreto, entre un 15 y un 30 por ciento de los jóvenes sufren esta situación.

Manejar el dolor crónico en adultos ya es algo complicado, pero en niños se vuelve todo un desafío.Esto se debe, principalmente, a que el niño está en desarrollo y constante evolución. “No es lo mismo un niño de cuatro años que uno de cinco, y tampoco son iguales entre sí dos niños de la misma edad”, explica para ConSalud.es la Dra. Tania María García Abreu, anestesista especializada en dolor infantil y coordinadora del Grupo de Trabajo de Dolor Infantil en la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR).

Por otro lado, la dificultad del manejo también radica en la incapacidad que tienen los niños de expresar sus emociones y dolor. Esto puede ser tanto por falta de capacidad verbal como porque no han tenido aprendizaje del dolor. “Los adultos sabemos que, cuando nos duele la cabeza, podemos tomar algo y se nos pasará. Esto los niños no lo saben”.

"Vivimos en una sociedad que aún está anestesiada en lo relativo al dolor infantil, incapaz de crear todas las Unidades Pediátricas de Dolor que son necesarias en nuestro país"

“A todo ello hay que añadir que vivimos en una sociedad que aún está anestesiada en lo relativo al dolor infantil, incapaz de crear todas las Unidades Pediátricas de Dolor que son necesarias en nuestro país. Negamos la existencia del dolor pediátrico, tanto en procedimientos que conllevan agujas como en el lenguaje empleado: ‘eres un campeón’ o ‘si lloras eres un quejica’”.

Por último, la experta señala que la ausencia de formación en dolor infantil y sensibilización sobre él desde las universidades también es otra de las problemáticas que dificultan el diagnóstico. La ausencia de dedicación gubernamental a programas o políticas nacionales para garantizar el acceso a terapias también es un problema, que ha derivado en el retraso de la implementación correcta de las recomendaciones con respecto al dolor crónico que la OMS publicó en 2021.

“Nos hacen falta Unidades de Dolor pediátricas, educación y sensibilización al respecto. Ahora se han iniciado a nivel provincial trabajos sobre dolor crónico, para intentar que se gestionen desde Primaria y evitar la sobrecarga de las Unidades del Dolor. Sin embargo, en estas propuestas no se han incluido pediatras ni especialistas en dolor pediátrico”, denuncia la Dra. García Abreu.

¿CÓMO SE MANEJA EL DOLOR CRÓNICO EN NIÑOS?

El manejo del dolor crónico en niños requiere un enfoque adaptado, multitudinal e interdisciplinar. Según la doctora, ‘no debe tratarse de forma biomédica’. “Se basa en tres pilares fundamentales, todos ellos igual de importantes: la actividad física, la terapia psicológica y la terapia farmacológica”.

En primer lugar, las terapias físicas son fundamentales ya que, según explica la experta, la mayoría de los niños padecen kinesiofobia. Debido a ello, cuando les duele algo, tienen miedo a moverse porque creen que el dolor empeorará. Gracias a la terapia física podrán volver a su vida diaria, relacionándose, haciendo actividades extraescolares o volviendo al colegio.

A su vez, las terapias como la cognitivo-conductual son también beneficiosas. Esta terapia en concreto se basa en la idea de que los pensamientos, sentimientos y el comportamiento están conectados. “A través de estrategias de presentación, se identifican y reestructuran aquellos pensamientos que conllevan dolor y aprenden a controlarlos”.

El último pilar, referente al tratamiento farmacológico, es menos común. Los recursos farmacológicos en niños son escasos, y tienden a emplearse en patologías de tipo oncológico o aquellas que tienen episodios de reagudización. En estos casos se usan opioides.

“A través de estrategias de presentación, se identifican y reestructuran aquellos pensamientos que conllevan dolor y aprenden a controlarlos”

En el manejo del dolor crónico en niños, el contexto social y familiar es también fundamental. “Esto hace que el dolor crónico pediátrico sea un importante problema de salud pública. Si un niño está enfermo con dolor crónico, no irá al colegio y requerirá frecuentes visitas a los médicos. La situación repercutirá en que uno de los tutores tendrá que dejar de trabajar para atender al niño”.

La situación afecta también a los hermanos del niño, que se sentirán menos atendidos, y al resto de familiares. “Y no olvidemos la afectación económica que todo ello tiene en una familia si una de las partes no ingresa un salario”.

Sin embargo, no hay que olvidar que la familia juega también un importante papel a la hora de ayudar al niño a manejar el dolor crónico. “Hay que involucrar a las familias, permitiendo un tratamiento de forma integral también en el entorno del niño: el colegio. Sus profesores deben conocer el problema que les aqueja y buscar condiciones que le ayuden a la vuelta a la normalidad y reduzcan la estigmatización”, concluye la doctora.

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