La luz azul de los dispositivos móviles de noche, ¿realmente es perjudicial para la salud?

Un nuevo estudio contradice la creencia común que afirma que las luces de las pantallas de los dispositivos móviles afectan a nuestros patrones del sueño.

Las modificaciones en el color pueden oponerse a cualquier beneficio que pueda reportar la reducción de las señales de brillo detectadas por la melanopsina (Foto. Freepik)
Las modificaciones en el color pueden oponerse a cualquier beneficio que pueda reportar la reducción de las señales de brillo detectadas por la melanopsina (Foto. Freepik)
CS
3 enero 2020 | 17:45 h

La luz azul podría no resultar tan perjudicial para nuestros patrones del sueño como se había pensado hasta el momento. Esta es la principal conclusión de un reciente estudio elaborado por un grupo de científicos de la Universidad de Manchester.

De acuerdo a los datos recogidos en el citado estudio, el uso de luces tenues durante la noche y más calidas en el día puede resultar beneficioso para nuestra salud. El estudio determina que el color modula las respuestas circadianas de nuestro organismo a los distintos niveles de luz a los que se ve expuesto a lo largo del día y de la noche.

Las señales de color captadas por los conos presentes en los ojos alcanzan los núcleos supraquiasmáticos y pueden llegar a influir en lo que estudio refiere como reloj biológico, en referencia a los mecanismos a través de los que nuestro organismo determina si es de noche o de día para proceder a la aplicación de los ciclos de descanso. “No está claro que colores (en relación a la luz) provocan mayores respuestas circadianas y cómo dicho mecanismo contribuye a que las asociemos con las condiciones del mundo real”, establecen las conclusiones.

Toma como base los espectros de luz que se producen al amanecer y al anochecer. “Planteamos la hipótesis de que la luz cuyo color se parece más al crepúsculo (azul), produciría respuestas circadianas más débiles que la luz con una intensidad equivalente pero cuyo color se asocia con la luz diurna (amarillo o blanco)”.

Partiendo de esta hipótesis el estudio se ha desarrollado a través de la evaluación del comportamiento circadiano ante una baja iluminación policromática cuya composición espectral puede varia para ajustar el color independientemente de la intensidad de la luz. El estudio se ha desarrollado con ratones.

LA IMPORTANCIA DE LA MELANOPSINA

El sistema circadiano de los mamíferos rastrea la intensidad de la luz a través de una combinación de melanopsina (proteína sensible a luz especializada en el ojo responsable de la medición del brillo a través de la detección de fotones de longitud de onda más corta) y señales retinianas externas que son transmitidas por células ganglionares de la retina que son fotosensibles. “Usando los principios de sustitución silencioso, teníamos como objetivo generar estímulos con brillo equivalente para melanopsina, bastones y conos (denominado equiluminador) pero espectros distintos (y en consecuencia, color) para el dicromático visual de los ratones”, explica el estudio. De esta forma los investigadores podían controlar la activación de la melanopsina.

"Planteamos la hipótesis de que la luz cuyo color se parece más al crepúsculo (azul), produciría respuestas circadianas más débiles que la luz con una intensidad equivalente pero cuyo color se asocia con la luz diurna (amarillo o blanco)"

Actualmente las nuevas tecnologías y dispositivos móviles están diseñados con el objetivo de poder limitar la exposición nocturna de nuestro organismo a la luz azul. Ejemplos de esto son las funciones que permiten modificar el color de las pantallas de los dispositivos móviles. Un recurso que, en palabras de los investigadores y de acuerdo a lo expuesto en estas líneas, puede enviarnos mensajes contradictorios.

El motivo reside en el hecho de que las pequeñas variaciones que se producen en la luz de estas pantallas en base a las modificaciones del brillo, se acompañan de colores que a nuestro organismo le parecen estar más asociados a la luz diurna. Este es el motivo por el que los investigadores han trabajado con el sistema expuesto basado en un mecanismo que permite el ajuste del color sin cambiar el brillo.

LOS EFECTOS DE LOS COLORES

De esta forma se ha demostrado que los colores azules producían efectos más débiles en el reloj biológico de los ratones que los colores amarillos brillantes.

Estas conclusiones suponen implicaciones importantes a la hora de diseñar las pantallas y su iluminación con la vista puesta en que los fabricantes puedan garantizar patrones saludables del sueño.

"Los colores azules están más asociados con el crepúsculo tienen un efecto más débil que la luz blanca o amarilla de brillo equivalente"

“Nuestra percepción del color proviene de las células del cono retiniano y esta investigación muestra que las señales de color azul que suministran reducen el impacto de la luz en el reloj biológico”, explica el doctor Tim Brown, de la Universidad de Manchester y uno de los autores del estudio.

“Mostramos que la opinión común de que la luz azul tiene el efecto más fuerte en el reloj biológico es errónea. De hecho, los colores azules están más asociados con el crepúsculo tienen un efecto más débil que la luz blanca o amarilla de brillo equivalente”.

“Existe mucho interés en alterar el impacto de la luz en el reloj biológico ajustando las señales de brillo detectadas por la melanopsina, pero los enfoques actuales generalmente lo hacen cambiando la proporción de luz de longitud de onda corta y larga, lo que proporciona una pequeña diferencia en el brillo a expensas de cambios perceptibles en el color”.

Motivos por los que el estudio insiste en que este no es el enfoque de actuación más adecuado puesto que las modificaciones en el color pueden oponerse a cualquier beneficio que pueda reportar la reducción de las señales de brillo detectadas por la melanopsina. “Nuestros hallazgos sugieren que el uso de luces más tenues, más frías por la noche y luces cálidas y brillantes en el día puede ser más beneficioso”.

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