Con una prevalencia en España de 10 casos por 10.000 habitantes, el lupus es una enfermedad cuya causa se desconoce y que, por el momento, no tienen cura. Se trata del "el paradigma de las enfermedades autoinmunes sistémicas”, indica el doctor y secretario de la Sociedad Española Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (SEMAIS), Norberto Ortego Centeno.
El lupus es una enfermedad producida porque el mecanismo de defensa de nuestro organismo comienza a atacarse a sí mismo creando un exceso de anticuerpos en el torrente sanguíneo que causan inflamación y dañan las articulaciones, los músculos y otros órganos del cuerpo. Es una patología predominantemente femenina, ya que el 90% de los pacientes son mujeres, y aparece principalmente entre los 15 y 55 años.
Al cursar con afectación multisistémica, su abordaje requiere de “una atención multidisciplinar, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento y en la investigación”
La inflamación causada por el lupus puede desencadenar diversos problemas en diferentes partes del cuerpo: complicaciones renales, una mala circulación sanguínea, migraña o pérdidas de memoria. De acuerdo con el Dr. Norberto Ortego Centeno, al cursar con afectación multisistémica, su abordaje requiere de “una atención multidisciplinar, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento y en la investigación”.
SIN CURA, PERO CON ARSENAL TERAPÉUTICO
Tal y como explica el Dr. Ortego Centeno en este vídeo, aunque el lupus no tiene cura, los avances han permitido mejorar la situación de los pacientes. En concreto, se cuenta con una importante cantidad de tratamientos para paliar los síntomas, reducir la inflamación o mejorar la situación de los pacientes.
Este arsenal está constituido por fármacos clásicos (antipalúdicos, corticoides, inmunodepresores) que "cada vez sabemos utilizar de mejor manera. Aparte, tenemos también fármacos nuevos como los inmunodepresores nuevos o biológicos, además de una serie de medidas generales”.
La combinación de estos tratamientos ha conseguido una “notable mejoría en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes con lupus”, destaca el experto. Actualmente, la enfermedad se puede controlar con un programa de tratamiento y monitorización adecuado. De esta manera, la mayoría de los enfermos “pueden disfrutar de una expectativa de vida normal”, concluye.