Algunas variantes genéticas pueden poner a las personas en riesgo de padecer enfermedades autoinmunes, al tiempo que les confieren protección sobre el resultado de una infección viral. Un nuevo estudio, publicado en la revista de acceso abierto 'PLOS Genetics', sugiere que la predisposición genética al lupus eritematoso sistémico (LES) puede ser protectora contra la infección grave por COVID-19. Los científicos David Morris y Timothy Vyse, del King's College de Londres (Reino Unido), y sus colegas, han observado una correlación entre los genes asociados al COVID-19 grave y los del LES.
Para localizar los genes asociados y conocer los efectos genéticos compartidos, los investigadores compararon la genética de la COVID-19 grave con la del LES utilizando múltiples análisis. A continuación, los autores accedieron a datos sobre los genes y la estructura del genoma obtenidos de varias bases de datos biomédicas para comprender la biología de la genética compartida.
Los investigadores descubrieron un gen asociados a ambas enfermedades que proporciona protección frente a la infección viral
Los investigadores descubrieron que TYK2, un genasociado tanto al LES como a la COVID-19 grave, proporciona protección contra la infección viral, pero aumenta el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes. El estudio tiene sus limitaciones, como la sobrerrepresentación de la ascendencia europea en los conjuntos de datos utilizados para realizar los análisis.
Según los autores, "los resultados indican que existen efectos genéticos compartidos entre la enfermedad autoinmune LES y las consecuencias clínicas de COVID-19. "Al tratar de descubrir los mecanismos que subyacen a estas relaciones, resultó evidente que los efectos funcionales de los genotipos de riesgo y de protección son complejos", añaden. El doctor David Morris y el profesor Timothy Vyse, que dirigieron el estudio, añaden que "este es un resultado emocionante que ha sido posible gracias a los grandes estudios genéticos en COVID-19 y Lupus, y abre la puerta a nuestra comprensión de cómo la biología del sistema inmunitario está calibrada para protegernos contra la infección por virus y otros agentes infecciosos, pero con el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes".