Las mujeres adictas al juego que llegan a solicitar ayuda son una minoría. Así lo aseguran los datos registrados por la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) desde sus inicios hasta 2017.
Concretamente, en 1992 las mujeres constituían tan sólo el 1% de los enfermos totales en rehabilitación. En 2017 fueron el 8%, cifra ocho veces superior, pero los estudios de prevalencia que maneja esta entidad indican que 1 de cada 3 jugadores patológicos es mujer, un 32% de la población que juega. Estas cifras apuntan que generalmente las ludópatas no llegan a solicitar ayuda psicosocial a las asociaciones de lucha contra la ludopatía.
El acceso al tratamiento de la ludopatía es mucho menor entre las mujeres que en los hombres. Estas cuentan con un menor apoyo social
"Es un tema que nos preocupa desde hace años. Existe un doble estigma: por un lado el de ser ludópata y por otro el de ser mujer. El machismo existente en la sociedad en la que vivimos afecta también al abordaje de la ludopatía en las mujeres", asegura Juan Lamas, director técnico de Fejar.
El responsable de esta organización de pacientes indica que la motivación para el acceso al tratamiento de la ludopatía es mucho más negativa en las mujeres que en el caso de los hombres. Los datos le dan la razón.
"Hemos atendido a un 92% de hombres ludópatas y solo un 10%, como máximo, de mujeres. No se corresponde con el 32% de la población que juega de manera patológica", lamenta Juan Lamas.
Fuente: Gráfico extraído del estudio 'Mujer y juego' de Fejar
Según la guía clínica específica 'Mujer y juego', el porcentaje de mujeres que acuden a las asociaciones como familiares de enfermos, es decir, como co-terapeutas o acompañantes de jugadores varones conforman el 74%, frente al 26% de familiares acompañantes varones.
"Generalmente, los varones tienen mayor apoyo social. La familia le presta apoyo emocional pero en el caso de ser mujer no siempre es así. El problema radica también en el tipo de sociedad en la que vivimos", matiza el responsable de Fejar.
En este sentido, la entidad mantiene abierto un espacio específico para el tratamiento de la ludopatía en mujeres. De hecho, Juan Lamas destaca que los programas de rehabilitación tienen en cuenta la motivación necesaria para este tipo de pacientes o la utilización de lenguaje no sexista. Cuentan además con protocolos de tratamiento especiales y realizan terapias individuales.