Los trasplantes y las donaciones de órganos aumentan en nuestro país un 10% y cerrarán 2017 en máximos históricos. Ese ha sido el esperanzador mensaje que ha lanzado el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, en la conferencia inaugural de la XIV Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplante y Profesionales de la Comunicación que se está celebrando en Zaragoza.
"Nuestro sistema es muy sólido y esa solidez no solo se va a mantener sino que se incrementará en los próximos años"
El nefrólogo ha asegurado que los datos del primer trimestre marcan una tendencia, por lo que "si los tres primeros meses superan en tanto las cifras del año anterior es difícil que la tendencia caiga". En esta línea, Matesanz ha explicado que el curso de 2017 podría cerrarse con más de 5.000 trasplantes, y una tasa de donantes que oscilaría entre 45 y 46 donaciones por millón de habitantes, muy por encima de otros países desarrollados.
Respecto al futuro del sistema español de trasplantes, el director de la ONT ha afirmado que la estructura de nuestro país "es muy sólida y esa solidez no solo se va a mantener sino que se incrementará en los próximos años". Un futuro, el de la Organización Nacional de Trasplantes, que ya no estará liderado por Rafael Matesanz, impulsor de esta institución en 1989. Entre los principales hitos que deja tras de sí el legado del nefrólogo madrileño, se encuentra que el hecho de que España en el único país del mundo donde existen más personas con un riñón trasplantado que en diálisis. A fecha 1 de enero de 2017, el número de pacientes con un trasplante renal (32.400) superaba en casi un 20% al de personas dializadas (27.727).
PROTECCIÓN SOCIAL Y LABORAL PARA LOS DONANTES
En su ponencia, bautizada como 25 años de liderazgo: Logros y retos del futuro, Matesanz ha solicitado a la Administración una reforma legal que conceda a los donantes de órganos en vida una protección social y laboral similar a la que tienen las mujeres embarazadas durante el alumbramiento y el postparto, con el propósito de evitar problemas en sus puestos de trabajo.
"Es gente que mientras se está haciendo las pruebas para donar el riñon o un fragmento de hígado tienen que perder muchos días de trabajo y luego el postoperatorio puede ser largo y sufrir complicaciones", apunta el director de la ONT. El propio nefrólogo señala que como no son enfermos, "el régimen laboral que tengan les puede suponer que les pongan todo tipo de complicaciones".
EL SISTEMA ESPAÑOL, EJEMPLO FRENTE AL TRÁFICO DE ÓRGANOS
La médico adjunta de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil González, y la doctora Belén Estébanez Montiel, coordinadora de trasplantes del Hospital Universitario La Paz (Madrid) han subrayado que el modelo que realiza el sistema español de trasplantes es el mejor ejemplo frente a las prácticas del tráfico de órganos. La Declaración de Estambul, documento internacional que aborda esta práctica ilegal, define el tráfico de órganos como "la obtención, transporte, transferencia, encubrimiento o recepción de personas vivas o fallecidas o sus órganos mediante una amenaza, uso de la fuerza u otras formas de coacción, secuestro, fraude, engaño o abuso de poder o de posición vulnerable; o la entrega o recepción de pagos o beneficios por parte un tercero para obtener el traspaso de control sobre el donante potencial, dirigido a la explotación mediante la extracción de órganos para trasplante".
"Actualmente, entre el 5% y el 10% de trasplantes a nivel global proceden del tráfico de órganos"
La coordinadora de trasplantes del Hospital Universitario La Paz ha explicado el complejo sistema español que garantiza que los donantes que ceden sus órganos lo hacen de forma altruista. En concreto, una persona que dona un órgano en España debe de pasar por seis filtros o valoraciones: la de un cirujano clínico; la de la coordinación de trasplantes del centro hospitalario; la del área de Psiquiatría; la de un comité de ética; la de un juez y, finalmente, la valoración de la Organización Nacional de Trasplantes.
Por su parte, la doctora Domínguez-Gil González, ha explicado que, en la actualidad, entre el 5% y el 10% de trasplantes a nivel global proceden del tráfico de órganos, en su mayoría del ámbito renal. En cifras esto supone que, cada año, entre 3.400 y 6.800 riñones se utilizan con fines lucrativos. Un tráfico de órganos que se suele darse en regiones con un poder adquisitivo muy reducido y en el que, de forma habitual, son los hombres los que se someten a esta donación a cambio de una transacción económica.
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