El sarampión lleva varios meses en el foco de la información. Son ya muchos los países desarrollados en los que esta enfermedad estaba prácticamente erradicada y que están experimentando brotes importantes.
Uno de los ejemplos más claros es Estados Unidos. Los casos de sarampión en el país americano han alcanzado el nivel más alto registrado desde el año 2000. Solo en lo que va de año los casos de contagios rondan los 700, una cifra que supera los casos que se notificaron durante todo el año 2014.
En lo que va de año hay más de 34.000 personas infectadas en Europa
Los funcionarios de salud del país achacan la propagación de estos casos principalmente a la difusión errónea sobre la seguridad de las vacunas. El secretario de salud, Alex Azar, se ha pronunciado al respecto y ha querido defender este método, “su seguridad se ha establecido firmemente durante muchos años”.
Pero no solo Estados Unidos está en jaque debido al importante incremento de los casos de sarampión. En lo que va de año hay más de 34.000 personas infectadas en Europa, la mayoría de ellas en Ucrania.
Ante este grave problema los países a ambos lados del Atlántico están empezando a tomar medidas excepcionales. El condado de Rockland, en Nueva York, ha llegado a prohibir la entrada a lugares públicos a los niños que no estén vacunados contra el sarampión.
En el distrito de Brooklyn un juez ha dictaminado que los padres que decidan no vacunar a sus hijos tendrán que hacer frente a multas a menos que puedan demostrar inmunidad contra el sarampión o proporcionar una exención médica válida.
En Italia, los niños menores de 6 años sin vacunar no pueden ir al colegio
La vacunación obligatoria empieza a ser una medida muy atractiva para los políticos europeos que están empezando a estudiarla. A principios de mes el ministro de salud alemán, Jens Spahn, elaboró un proyecto de ley para obligar a los padres a vacunar a sus hijos contra el sarampión. Los padres que decidan no hacerlo se enfrentarán a multas de hasta 2.500 euros.
En la misma línea se ha pronunciado Matt Hancock, secretario de Salud de Reino Unido, que ha cargado duramente contra los antivacunas a los que ha llegado a acusar de tener “sangre en sus manos”. Hancock está planteándose aprobar la vacunación obligatoria.
En Italia las medidas son ya efectivas. Desde mediados de marzo, los niños menores de 6 años sin vacunar no pueden ir al colegio. La medida, aprobada durante el gobierno anterior, establece que los niños menores de esa edad que no estén vacunados tienen prohibido acudir a la guardería. Mientras que los mayores de 6 pueden ser escolarizados pero sus padres van a ser multados.