Los pacientes pluripatológicos constituyen una población homogénea en términos de edad avanzada, complejidad, alta mortalidad, funcionabilidad limitada y vulnerabilidad; y, además, son responsables del consumo de hasta un 30% de los recursos de Atención Primaria y hospitales en España, según el doctor Ignacio Vallejo, coordinador del Grupo del Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Así se ha puesto de manifiesto el especialista durante la celebración de la X Reunión del Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada que la sociedad celebrada en Toledo los días 24 y 25 de mayo, donde se abordan nuevas ideas y retos para lograr una mejor atención de las personas con pluripatología y edad avanzada.
Las comorbilidades asociadas y múltiples patologías que sufren estos pacientes son uno de sus rasgos característicos
Las comorbilidades asociadas y múltiples patologías que sufren estos pacientes son uno de sus rasgos característicos. Así, la diabetes tipo 2 es una de las enfermedades más habituales que padecen, alcanzando hasta casi el 30% de los mismos, según el Estudio Profunddel Grupo de Trabajo de la SEMI. “La diabetes está estrechamente ligada al envejecimiento, de ahí su presencia en los pacientes pluripatológicos. Por ello, la reunión de nuestro grupo, servirá para presentar el nuevo documento que incorpora nuevos estudios y evidencias en términos de seguridad y beneficio cardiovascular en pacientes diabéticos ancianos”, ha afirmado el doctor.
El dolor crónico es otro de los problemas que suelen sufrir los pacientes pluripatológicos y que condiciona una pérdida notable de su calidad de vida. De hecho, los pacientes suelen encontrar dificultades para para acceder a estos tratamientos, ya que el dolor no se reconoce como problema serio de salud y los profesionales no disponen en ocasiones de formación o conocimientos sobre ello.
Por su parte, el sobrediagnóstico y sobretratamiento suelen ser frecuentes en pacientes pluripatológicos, al ser diagnosticados de enfermedades que no van a causarles síntomas, ni acortarles la vida. La alarma generada a veces por estos hallazgos puede condicionar efectos no deseables, en forma de tratamientos desproporcionados o inapropiados. "Los internistas apostamos por una atención global junto con Atención Primaria para evitar esta situación de riesgo”, explica el doctor.