Decir adiós a la rutina, conocer nuevas culturas o reducir el estrés y la ansiedad, son algunos de los beneficios que nos aporta viajar. Sin embargo, existen personas que ven reducidas sus posibilidades a la hora de planificar sus viajes.
Es el caso de las personas con enfermedad renal en diálisis peritoneal. Actualmente, existen aerolíneas que ponen impedimentos para que estas personas puedan acceder a bordo con sus cicladoras, dispositivos necesarios para el correcto desarrollo de su tratamiento.
La pérdida de la función renal es irreversible. Hasta el momento, el tratamiento sustitutivo renal de elección es el trasplante. No obstante, las personas que esperan por éste, así como aquellos pacientes que no pueden ser trasplantados, deben ser dializados, ya sea mediante la hemodiálisis, administrada en hospitales o centros especializados; o de forma peritoneal, la cual se realiza en el propio domicilio, mediante la cicladora.
La compañía aseguró al paciente que podría viajar con su cicladora, cuando este iba a montar en el avión, le denegaron el acceso
Pese a realizar varias llamadas, donde la aerolínea le aseguro que no había problemas para viajar con su cicladora, Carlos (nombre ficticio para preservar la anonimidad del paciente)no pudo embarcar en el avión porque la compañía le denegó el acceso por motivos de espacio, “llamé en dos ocasiones y me dijeron que no había inconvenientes, cuando llegué al avión no me dejaron entrar”, señala en declaraciones a ConSalud.es, “el comandante alegó que mi cicladora no entraba en el compartimiento, tuve que marcharme y renunciar al viaje que iba a hacer con mi familia y amigos”.
Ante esta situación, Carlos puso dos reclamaciones en el mostrador de la compañía. No obtuvo respuesta. Por ello, decidió ir a juicio, pero el juez desestimó su demanda alegando que “no quedó demostrado que llamara previamente para asegurarse que podría viajar con su cicladora”.
ALCER Y GADDPE UNEN FUERZAS
Su historia no es un caso aislado, desgraciadamente son muchas más las situaciones de discriminación a las que se enfrentan estos pacientes. Por este motivo, la Asociación Madrileña para la lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer), y el Grupo de Apoyo al Desarrollo de la Diálisis Peritoneal en España (Gaddpe), han unido fuerzas para visibilizar la discriminación a la que se enfrentan estas personas.
“Una de las grandes ventajas de las terapias domiciliarias es que permite a los pacientes salir del hospital y poder realizar su tratamiento en casa, de viaje o donde mejor le parezca. Sin embargo, las compañías aéreas están vulnerando el derecho fundamental de los pacientes a realizar correctamente su tratamiento y, además, el principio de igualdad y no discriminación”, asegura el presidente de Alcer, Daniel Gallego, en un comunicado.
Gaddpe remitió una cara a la Asociación de Líneas Aéreas pero aun no te ha tenido respuesta
“Exigimos a las compañías aéreas que revisen sus protocolos de actuación en estos casos para asegurar a los pacientes poder viajar con sus cicladoras en cabina sin que, en ningún caso, implique la obligación de pagar un extra o, ni mucho, menos, se le deniegue el acceso a bordo”, puntualiza Gallego.
Por su parte, el Dr. Mario Prieto, nefrólogo y coordinador del Gaddpe, aclara que estas máquinas cicladoras, “que operan en la práctica como un riñón artificial, deben ir bien resguardadas y protegidas de cualquier tipo de golpe dado que son esenciales para el correcto tratamiento de diálisis del paciente”, por lo que no pueden ir en bodega. Asimismo, señala que desde el Grupo de Apoyo se remitió una carta a la Asociación de Líneas Aéreas para conocer su perspectiva respecto de este problema, pero no ha habido contestación alguna.