El senador y ex aspirante a la candidatura presidencial demócrata en EE.UU., Bernie Sanders ha presentado un plan para crear un sistema de sanidad pública universal en el país, una propuesta con pocas opciones, pero respaldada por figuras demócratas, como las senadoras Elizabeth Warren y Kamala Harris.
El plan del político, representante del ala más izquierdista del partido demócrata, propone la ampliación gradual del actual programa Medicare, que ofrece cobertura médica para los mayores de 65 años, al resto de los ciudadanos, hasta otorgar sanidad gratuita a los 323 millones de estadounidenses.
El primer año entrarían en el programa los mayores de 55 años y todos los menores de 18 años, y en los siguientes cuatro años se iría incluyendo a otros grupos de edad hasta que todos los estadounidenses recibiesen una "tarjeta de sanidad universal", según la propuesta de Sanders. Así, se ofrecería una cobertura total: desde los costes de los servicios hospitalarios hasta las medicinas, maternidad, salud mental, dental y oftalmológica.
El senador se refirió también a losesfuerzos de los republicanos para retirar la asistencia sanitaria pública "a hasta 32 millones" de estadounidenses más, con la revocación del Obamacare, programa sanitario impulsado por el anterior presiente, Barack Obama. El mandatario se comprometió a luchar para que se garantice a todos el cuidado de la salud, "como un derecho, no como un privilegio".
El plan de Sanders, que durante la campaña electoral calculó el coste de ese proyecto en 1.400 millones de dólares, se sufragaría con subidas de impuestos a todos los estadounidenses, aunque con especial incidencia en las rentas más altas.
EE.UU. cuenta actualmente con un sistema de salud eminentemente privado al que la mayoría de los ciudadanos acceden a través de seguros contratados por los empleadores de los trabajadores. La reciente reforma sanitaria impulsada por Obama, ofreció subsidios y amplió el acceso a estos seguros privados a personas con problemas médicos previos o de bajos recursos, y forzó a aquellos que no contaban con uno a contratarlo o pagar una multa.
"Comenzamos la larga y difícil lucha para acabar con la vergüenza de que EE.UU. sea el único país importante que no garantice el cuidado de la salud a toda su gente"
"Comenzamos la larga y difícil lucha para acabar con la vergüenza internacional de que Estados Unidos sea el único país importante de la tierra que no garantice el cuidado de la salud a toda su gente", ha aseverado Sanders al presentar la iniciativa legal.El plan del político, representante del ala más izquierdista del partido demócrata, propone la ampliación gradual del actual programa Medicare, que ofrece cobertura médica para los mayores de 65 años, al resto de los ciudadanos, hasta otorgar sanidad gratuita a los 323 millones de estadounidenses.
El primer año entrarían en el programa los mayores de 55 años y todos los menores de 18 años, y en los siguientes cuatro años se iría incluyendo a otros grupos de edad hasta que todos los estadounidenses recibiesen una "tarjeta de sanidad universal", según la propuesta de Sanders. Así, se ofrecería una cobertura total: desde los costes de los servicios hospitalarios hasta las medicinas, maternidad, salud mental, dental y oftalmológica.
El senador se refirió también a losesfuerzos de los republicanos para retirar la asistencia sanitaria pública "a hasta 32 millones" de estadounidenses más, con la revocación del Obamacare, programa sanitario impulsado por el anterior presiente, Barack Obama. El mandatario se comprometió a luchar para que se garantice a todos el cuidado de la salud, "como un derecho, no como un privilegio".
El plan de Sanders, que durante la campaña electoral calculó el coste de ese proyecto en 1.400 millones de dólares, se sufragaría con subidas de impuestos a todos los estadounidenses, aunque con especial incidencia en las rentas más altas.
El plan de Sanders se sufragaría con subidas de impuestos a todos los estadounidenses, aunque con especial incidencia en las rentas más altas
La propuesta no tiene opciones de salir adelante en el Congreso, con mayoría republicana en ambas cámaras, pero supone un intento de Sanders de inclinar al partido demócrata hacia la izquierda. Por ahora, ya cuenta con el respaldo de influyentes senadores demócratas, como Elizabeth Warren, Kamala Harris o Corey Booker, considerados posibles aspirantes a la candidatura presidencial de su partido para 2020. Las ausencias, no obstante, también son notables y entre ellas sobresalen el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y el ex candidato vicepresidencial demócrata, el senador Tim Kaine, entre otros.EE.UU. cuenta actualmente con un sistema de salud eminentemente privado al que la mayoría de los ciudadanos acceden a través de seguros contratados por los empleadores de los trabajadores. La reciente reforma sanitaria impulsada por Obama, ofreció subsidios y amplió el acceso a estos seguros privados a personas con problemas médicos previos o de bajos recursos, y forzó a aquellos que no contaban con uno a contratarlo o pagar una multa.