Redacción | Madrid
Es durante el primer año cuando el bebé experimenta su período de crecimiento y desarrollo. Por ello es importante proporcionarle una alimentación óptima.
La forma de nutrición natural del recién nacido es por excelencia la leche materna. Sus ventajas nutritivas, inmunitarias y psicológicas son muchas. La leche materna es el alimento idóneo y su composición la ideal para el mejor crecimiento, desarrollo y maduración durante los seis primeros meses de vida. Además, es gratuita y se presenta en óptimas condiciones de temperatura, higiene y a punto de consumir.
Ventajas de la lactancia para el bebé:
Las razones son su composición nutritiva y el aspecto emocional, ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé constituye una experiencia intensa.
La leche materna proporciona al recién nacido todo lo que se necesita. Contiene anticuerpos (defensas) que le protegen frente a enfermedades (catarros, otitis, neumonías, diarreas), e incluso la protección alcanza a posibles enfermedades futuras como obesidad, asma o alergia. Algunos estudios han concluido que los niños alimentados al pecho tienen menor riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante e incluso favorece el desarrollo intelectual.
Ventajas de la lactancia para la madre
Las madres que dan el pecho tienen menor riesgo de tener depresión posparto y anemia, además de aumentar su autoestima y confianza.
La recuperación en cuanto a la pérdida de peso es más rápida; también el útero vuelve antes a la normalidad y existe menos riesgo de hemorragia posparto. Además, a largo plazo reduce el riesgo de padecer cáncer de mama o de ovario.
Composición de la leche:
Hasta que se produce la denominada subida de la leche, el recién nacido puesto al pecho al menos ocho veces cada 24 horas, toma este alimento que cubre todas sus necesidades: el calostro, de aspecto más viscoso que la leche porque contiene más proteínas, anticuerpos, sales minerales y menos grasas que la leche definitiva. Por su alto contenido en anticuerpos es especialmente beneficioso para proteger al bebé de infecciones. Además, su composición especial es de gran ayuda para la mejor digestión del alimento y ayuda a la expulsión de las primeras deposiciones (meconio).
A partir del 4º día y hasta el 10º-15º día el calostro va transformándose en la llamada leche de transición, y es a partir de entonces cuando la leche alcanza la composición de la leche madura.
Estos cambios fisiológicos que ocurren en la leche no hacen sino adaptarse a las necesidades del bebé para su mejor digestión y aprovechamiento, incluso una vez alcanzada la madurez de la leche, varía su composición a lo largo del día y también en el momento de la misma toma.
Al principio la leche es más ligera (para ir adaptando al aparato digestivo) y al final la leche es más rica en grasas (como el postre de una comida), por tanto, es lo que más nutrición aporta y más saciedad.
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Los beneficios de la leche materna
Es gratuita y se presenta en óptimas condiciones de temperatura, higiene y a punto de consumir
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