Los alimentos ricos en vitamina D como el salmón, la caballa o el huevo, y los alimentos con vitamina C, como la naranja o el kiwi, entre otros, son clave para evitar las enfermedades periodontales, también conocidas como enfermedades de las encías. Para contar con una buena salud bucodental es necesario que, además de prevenir las caries, se haga énfasis en el cuidado de las encías para evitar posibles infecciones.
Las encías constituyen el tejido mucoso que protege la base de los dientes y los une al hueso. Cuando la dieta carece de ciertos nutrientes es más difícil que los tejidos en la boca resistan una infección. Esto puede resultar en una enfermedad periodontal como gingivitis -inflamación de la encía debido a la acumulación de bacterias- o periodontitis -progreso de la gingivitis que destruye el hueso de soporte del diente y que puede derivar en la pérdida de la estabilidad del mismo-. De hecho, la periodontitis es una de las principales causas de pérdida de piezas en los adultos.
Gran parte de la población adulta ha sufrido algún problema relacionado con las encías debido, principalmente, a una alimentación inadecuada y a una higiene insuficiente
En España, gran parte de la población adulta ha sufrido algún problema relacionado con las encías debido, principalmente, a una alimentación inadecuada y a una higiene insuficiente. Según se desprende el Estudio de Salud Bucodental 2019, elaborado por Sanitas, uno de cada cuatro españoles padece actualmente gingivitis o enfermedad periodontal, siendo el problema de salud oral más frecuente por encima de la sensibilidad dental o el bruxismo. A pesar de ello, el 11% de los adultos en España asegura que les preocupa nada o poco el estado de su salud bucodental.
“Para evitar la aparición de las enfermedades de las encías, es necesario, además de procurar una correcta higiene dental, consumir alimentos con vitamina D que faciliten la absorción del calcio y el fósforo, componentes que fortalecen las encías para resistir a este tipo de infecciones”, indica Manuela Escorial, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental. Esta vitamina está presente en los pescados grasos (salmón, caballa, sardinas o atún, entre otros), el hígado de vacuno o el huevo. El calcio, además de encontrarse en los lácteos, está presente en las espinacas, los garbanzos, los calamares, el brócoli, la col rizada o el tofu.
Por otro lado, es importante ingerir alimentos con vitamina C, como la naranja, el limón, el pomelo, la mandarina, el kiwi, el pimiento rojo o perejil. “La vitamina C estimula la creación del colágeno, principal componente de las encías y encargado de mantener unido el tejido conectivo. Conforme van pasando los años, la producción de colágeno disminuye, por ello es necesario consumir alimentos que contribuyan a su regeneración” explica Manuela Escorial.
“Para evitar la aparición de las enfermedades de las encías, es necesario, además de procurar una correcta higiene dental, consumir alimentos con vitamina D que faciliten la absorción del calcio y el fósforo, componentes que fortalecen las encías para resistir a este tipo de infecciones”
Además, es necesario reducir el consumo de grasas saturadas y azúcares como la mantequilla o la bollería industrial. En cuanto a los líquidos, es aconsejable disminuir el consumo de las bebidas ácidas, sobre todo, si están frías o llevan azúcar, ya que tienen un efecto negativo en la boca.
Al cuidado de la dieta debe sumarse una correcta limpieza bucal, ya que la falta o insuficiencia de higiene puede dar origen a infecciones que más tarde deriven en enfermedades de las encías graves. Por ello, es necesario cepillarse los dientes después de cada comida y utilizar seda dental. Por último, es imprescindible no posponer la visita al dentista de cara a revisar la salud tanto de los dientes como de las encías, “debemos acudir al dentista para mantenernos bien, no para solucionar problemas que en muchas ocasiones, son evitables con medidas de prevención y hábitos saludables" concluye Escorial.
La existencia de una patología periodontal puede detectarse a través de varios síntomas además de la inflamación y sangrado de las encías. De este modo, la existencia de halitosis, el dolor al masticar, la sensibilidad dental, la movilidad de los dientes y el retraimiento de las encías pueden ser indicadores de este tipo de enfermedades.