Los ácaros del polvo doméstico son la causa más frecuente de asma y rinitis alérgicas en el mundo, dos enfermedades que coexisten con frecuencia.
Por tanto, la alergia a los ácaros supone para los pacientes una alteración de la calidad de vida, con gran impacto económico derivado de la necesidad de uso frecuente de tratamientos médicos y de horas perdidas tanto laborales como escolares, ya que afecta a niños y a adultos.
La prevalencia del asma por alergia a ácaros varía mucho según determinados factores como la zona geográfica o el clima, ya que en las regiones húmedas la presencia de los ácaros del polvo es más elevada. Además el impacto de los ácaros es muy importante, no solo en el asma, sino también en la rinitis alérgica. Y es que muchos de los pacientes con rinitis alérgica también tienen asma o la desarrollarán con el tiempo. Por tanto, controlar ambas patologías es fundamental.
Muchos de los pacientes con rinitis alérgica también tienen asma o la desarrollarán con el tiempo. Por tanto, controlar ambas patologías es fundamental
Precisamente, los especialistas señalan que lo que más se relaciona con el asma alérgica por ácaros es la rinitis alérgica. En un estudio realizado en España se demostró que el 40,2 % de las rinitis alérgicas son debidas a ácaros. Estas cifras son mucho más elevadas en zonas costeras. A su vez, distintos trabajos señalan que la prevalencia del asma en pacientes con rinitis varía ampliamente en función de las zonas geográficas, con un rango de entre el 35 y el 80 por ciento.
Tanto la rinitis como el asma alérgicas pueden tratarse de forma sintomática, con antihistamínicos, descongestivos nasales, broncodilatadores, etcétera, pero si se confirma la alergia a los ácaros, es posible seguir un tratamiento con inmunoterapia específica con alérgenos que actúe directamente sobre el mecanismo desencadenante de la enfermedad.
De hecho, los especialistas consideran la introducción de la inmunoterapia específica de alérgeno (ITA) como un importante punto de inflexión. La última novedad más importante ha sido la introducción de la inmunoterapia sublingual con extractos alergénicos estandarizados de ácaros del polvo. Esta inmunoterapia es la que prioriza la guía española GEMA frente a la inmunoterapia previa.
La última novedad más importante ha sido la introducción de la inmunoterapia sublingual con extractos alergénicos estandarizados de ácaros del polvo
Este tratamiento se basa en la administración continuada de dosis del alérgeno causante de los síntomas. Dicha administración provoca una serie de cambios en el sistema inmune que regulan o modifican la reacción alérgica. Además, tiene un efecto a largo plazo e incluso puede impedir el desarrollo de asma en pacientes con rinitis alérgica.
Los nuevos formatos sublinguales en forma de liofilizado oral permiten, a su vez, que el paciente pueda administrarse la inmunoterapia en su domicilio sin tener que acudir a la consulta médica. No obstante, se recomienda que la primera dosis se administre bajo la supervisión de un especialista.
LOS NUEVOS FORMATOS, CLAVES CONTRA LAS BARRERAS DE USO
Aunque la guía GEMA reconoce la eficacia de la inmunoterapia en el tratamiento de la enfermedad alérgica y sus ventajas añadidas, las cifras de utilización de este tratamiento son contradictorias. Los últimos datos muestran que más de 40 millones de europeos están sensibilizados a los ácaros, y menos del 10 por ciento reciben actualmente un tratamiento específico con inmunoterapia.
Los expertos señalan como barreras principales la dificultad en su implementación por parte del paciente, al ser un tratamiento a largo plazo y en parte costeado por él, y el acceso a la valoración alergológica. Ante estos retos, los especialistas sitúan a la inmunoterapia sublingual en liofilizados orales como una solución clave, dadas sus características.