"Un tratamiento crónico debería tener un mecanismo de mantenimiento más simple para conseguir su adquisición repetida"
En el caso de España, la legislación regula su uso en medicina a través de la Receta Oficial de Estupefacientes (ROE), un documento que, como indica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), “es imprescindible para la dispensación de medicamentos” que contengan estas sustancias para asegurar la validez de la prescripción médica en las recetas.El jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcón, Alfonso Vidal, explica a ConSalud.es que este tipo de limitaciones para prescribir este tipo de fármacos en España “son razonables y, aunque quizá algunos otros no opioides pero con otros riesgos se podrían incluir en este grupo, mi opinión personal sería que esta limitación fuera más flexible y que esos medicamentos con control los pudiera prescribir cualquier médico, con mayor motivo si atiende regularmente pacientes con dolor crónico”.
Para los pacientes, el hecho de tener que llevar un salvoconducto “supone un problema siempre, una pérdida de libertad y una dependencia”, afirma este especialista. Además, añade, que “aunque es correcto que los medicamentos deba prescribirlos un médico, un tratamiento crónico debería tener un mecanismo de mantenimiento más simple para conseguir su adquisición repetida”.
RECETA ELECTRÓNICA
Este mecanismo ya se está poniendo en marcha con la receta electrónica pero este grupo de medicamentos, denuncia el doctor Vidal, “quedan al margen en la medicina privada”. El nuevo modelo de receta electrónica permite en la Seguridad social facilitar la prescripción crónica y realizar la trazabilidad de la receta, pero en la privada la prescripción necesita reiterarse como antaño y los estupefacientes quedan fuera de esta facilidad.
Los especialistas señalan que este problema afecta sobre todo a pacientes con tratamientos crónicos en el contexto de la medicina privada y también en los colectivos de MUFACE, ISFAS y MUJEJU. Además, cuando son los facultativos de la medicina privada sus médicos de referencia, lamenta Alfonso Vidal, “resulta especialmente injusto para estos pacientes que no tienen el beneficio de la medicina pública y de la receta electrónica”.
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