La periodontitis, o piorrea, es una inflamación de los tejidos que sirven de soporte a los dientes y que se produce tras una evolución de la gingivitis, o infección de las encías. Si no se trata esta patología puede provocar la pérdida de piezas dentales, causando dificultades para masticar, hablar o incluso afectar al bienestar emocional de la persona que lo padece. Asimismo, está ligada a otras patologías como diabetes o diferentes tipos de cardiopatías.
En nuestro país, según la encuesta de Salud Oral en 2020 del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de España, el 19% de los adultos tiene problemas periodontales graves, una cifra que asciende al 41% en el caso de los adultos mayores. El estudio también refleja que la ausencia de signos de patología periodontal se observa solamente en el 18% de los adultos y en el 10% de las personas mayores.
Es importante tener en cuenta que la enfermedad periodontal puede avanzar sin síntomas de dolor en muchos casos. Por ello, las revisiones dentales regulares son imprescindibles, así como un buen cepillado de dientes después de cada comida y el uso de irrigador o de hilo dental. Entre los síntomas de la periodontitis destaca el sangrado al cepillarse los dientes o al comer, inflamación en las encías, halitosis, cambios en el tipo de la mordida, aparición de pus entre los dientes en algunas ocasiones o bolsas periodontales de más de 4 mm de profundidad, entre otros.
En el caso de una periodontitis en fase inicial, se recurre a una limpieza profunda en la que se elimina la placa acumulada por debajo de las encías eliminando así las bacterias
“Es necesario que la solución y el tratamiento a esta patología la determine un odontólogo especializado, ya que en función de lo avanzada que esté la enfermedad deberá determinar qué tipo de tratamiento es preciso llevar a cabo”, explica Elena Criado, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental. Con la limpieza profunda se acaba con la infección y se eliminan bacterias acumuladas. "Sin embargo, existen diferentes niveles de gravedad de la periodontitis y, en algunas ocasiones, no es suficiente con una limpieza profunda”, matiza Elena Criado.
En el caso de una periodontitis en fase inicial, se recurre a una limpieza profunda en la que se elimina la placa acumulada por debajo de las encías eliminando así las bacterias que infectan los tejidos de soporte de los dientes. Si bien es cierto, en la actualidad esta técnica puede verse complementada con el uso de láser. Además de esta limpieza profunda, existe la posibilidad de usar medicamentos dependiendo del grado de avance de la infección. En este sentido, tratamientos como el uso de antibióticos por vía oral, o en forma de geles pueden evitar tener que recurrir a la cirugía para eliminar las citadas bolsas.
Si con estos procedimientos no se consigue eliminar el problema, entonces se recurre a la cirugía para acceder a la zona que se encuentra bajo las encías y proceder a retirar totalmente el sarro y reducir o eliminar las bolsas periodontales. En las fases más avanzadas de esta enfermedad también puede ser necesario un procedimiento quirúrgico más complejo para regenerar los tejidos.