Elfútbol femenino vive un momento histórico: la época dorada. Un crecimiento en el que las mujeres se van abriendo camino. Han ido ganando notoriedad con el paso de los años debido alaumento de ligas profesionales a nivel global, entre las que destacan la liga estadounidense, francesa, alemana, británica, italiana y española. Además del aumento de audiencia televisa y público en los estadios.
Las jugadoras no sólo tienen que luchar por su derechos, estereotipos sino por evitar una de las mayores lesiones que afectan al panorama del deporte femenino: rotura del ligamento cruzado.
Cinco de las veinte mejores futbolistas del mundo, según el último ránking del Balón de Oro, sufrieron una lesión en el ligamento cruzado anterior de una de sus rodillas, en 2022. Un daño que experimentó la capitana del Barcelona, Alexia Putellas, quien regresó a los terrenos de juego a finales de abril tras padecerla en vísperas de la Eurocopa en julio de 2022. Esta lesión las deja inoperativos durante toda una temporada futbolística. El ejemplo de Putellas es de los más recientes y se unió al ya año negro de Ada Hegerberg y Lucy Bronze, ese 2020. Esta última, militante en las filas del FC Barcelona, sigue arrastrando molestias y continúas recaídas.
2022 fue el año en el que las lesiones de ligamento cruzado se convirtió en el calvario de muchas jugadoras. Mínimo 60 futbolistas se quedaron en inactivo y siendo la máxima categoría de fútbol femenino español, la Liga F, la más afectada.
En 2022, cinco de las 20 mejores jugadoras del mundo sufrieron una lesión de ligamento cruzado y la Liga F fue la que más impacto sufrió
El Dr. Manuel Leyes, jefe de servicio de Traumatología de Olympia de Quirónsalud, y la fisioterapeuta y portera del Granada CF Femenino, Andrea Romero hablan sobre esta grave lesión que azota más a las mujeres que a los hombres.
¿POR QUÉ LAS MUJERES SON MÁS PROPENSAS A LESIONARSE EL LIGAMENTO CRUZADO?
Las roturas del ligamento cruzado anterior (LCA) en mujeres frente a hombres son 3,5 veces más frecuentes en baloncesto y 2,8 veces en fútbol. El Dr Manuel Leyes trata una serie de factores como los que contribuyen a una mayor incidencia en mujeres:
- Factores anatómicos. Las mujeres tienen una mayor inclinación pélvica y una alineación en valgo de la pierna más pronunciada y un menor tamaño de la escotadura intercondílea.
- Factores biomecánicos. Los patrones de movimiento y la biomecánica de la rodilla son diferentes entre ambos sexos.
- Fuerza muscular. En general, los hombres tienden a tener una mayor fuerza muscular y un mejor equilibrio entre la fuerza del cuádriceps y de los isquiotibiales.
- Factores neuromusculares parecen ser la razón más importante de la mayor tasa de lesiones del LCA en las mujeres. Las atletas femeninas tardan significativamente más en generar la fuerza máxima de los isquiotibialespara evitar el desplazamiento anterior de la tibia.
Además, existe una estrecha relación entre la menstruación y este tipo de lesión. Los cambios hormonales durante el ciclo menstrual pueden afectar la laxitud de los ligamentos. "Hay estudios que demuestran que el período en las mujeres puede provocar pérdida de fuerza, tener un estado más cansado de lo normal. Puede conllevar a no estar al 100% en algún gesto", cuenta la fisioterapeuta Andrea Romero.
¿PUEDE UNA LESIÓN DE ESTE GRADO SANAR POR SÍ SOLA?
La lesión de LCA puede dejarlas inactivas mínimo de 7 a 8 meses. Su diagnóstico puede ser rápido a través de una una resonancia magnética con una eficacia de un 92´86% y un 94,74%. No obstante, es fundamental la exploración física para valorar el grado de lesión.
Un problema que siempre se ha pensando que no sanaría por sus propios medios ya que carecería del adecuado flujo sanguíneo. El tratamiento estándar, en especial para las personas activas, ha consistido en reconstruir el LCA con un tendón. "Es un tema controvertido porque hay que demostrar si esos ligamentos 'sanados' realmente tienen la misma función y soportan las exigencias del deporte", añade jefe de servicio de Traumatología de Olympia de Quirónsalud.
Andrea Romero cuenta a ConSalud cuáles son las fases del proceso de recuperación que ella realiza desde su clínica. Todo depende del grado de lesión, de la evolución de cada persona, de sus objetivos y del tipo de contexto al que se enfrenta. A grandes rasgos las en una serie de fases. Primero, le da más énfasis a la post-cirugía. Se centra en el drenaje de la zona de la rodilla, en el tratamiento de cicatriz y en la readaptación del rango articular de flexión y extensión, y rotaciones tibiales. En segundo lugar, inicia una fase en conjunto de inicio de fuerza isométrica. En sumatorio, cualquier ejercicio que pueda hacer el paciente de fuerza del tren superior ya que ayuda a su nivel neuronal.
Al notar cierto avances en el paciente, continúa con el inicio de trabajo de piscina. Se enfoca en la marcha dentro del agua, bicicleta y técnica de la marcha fuera del agua. Por último, su enfoque seguiría con una fase de trabajo del inicio de la técnica de carrera para conseguir el objetivo de correr. Esto iría acompañado de un trabajo neuronal en camilla con técnicas como la neuromodulación.
CONSEJOS PARA SU PREVENCIÓN
"Combinación de programas de entrenamiento específicos, ejercicios para mejorar el control neuromuscular, fortalecimientoadecuado de cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y core, y técnicas de aterrizaje seguras para reducir las fuerzas en la rodilla durante las actividades deportivas", confiesa el Dr Leyes.
Por su parte, Andrea Romero tiene claro que "es difícil prevenir este tipo de lesión". Pero sí es cierto que sí el deportista tiene unos cuidados mínimos de tratamientos, buen descanso, alimentación y un trabajo de fuerza, sea cual sea el deporte, pueden existir menos papeletas para que se produzca esta lesión.