Existen muchos métodos anticonceptivos para evitar los embarazos en las mujeres: preservativo, píldora, anillo vaginal, parche, el dispositivo intrauterino o DIU, o, aunque cada vez en más desuso, la ligadura de trompas. Cada una de estas estrategias permiten evitar el embarazo, aunque tienen mayor o menor efectividad. También tienen diferentes niveles de efectos secundarios debido a los cambios que se producen en los cuerpos por la adminsitración de hormonas o por la ligadura de trompas.
De los ejemplos de anticonceptivos recogidos, la ligadura de trompas es el único que esteriliza de forma permanente. Consistente en cerrar con cirugía las trompas de falopio que son las encargadas de conectar los ovarios con el útero ha sido utilizado durante años.
De hecho, según la encuesta del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y la Fundación Española de Contracepción (SEC) de 2018, tras el uso del preservativo (29,6%), la ligadura u oclusión de trompas es el método más utilizado, un 5,4%. Pese a los datos, en los últimos tiempos esta cirugía está en desuso y se apuesta más por otras alternativas como el DIU, que en España se ponen el 4,3% de las mujeres según la encuesta citada. ¿Qué es lo que las diferencia?.
El 58,4% de las mujeres españolas elegirían este método irreversible según la encuesta de la SEC a diferencia del 31,4% que elegiría alguno de los métodos reversibles
Un estudio de la Universidad de San Francisco publicado en el Journal of General Internal Medicine ha analizado estos dos métodos anticonceptivos a largo plazo para ver cómo influyen en la salud de las mujeres. En un primer análisis encontraron que las personas a las que se les pone un DIU tienen entre un 2,4 y 2,99% de probabilidades de quedarse embarazada dependiendo si es hormonal o de cobre, mientras que las mujeres con ligadura de trompas tiene un 2,64%.
“A las mujeres se les dice que la probabilidad de embarazo con estos anticonceptivos es de una entre 1.000, pero encontramos tasas de embarazo mucho más altas”, señala Eleanor Bimla Schwarz, profesora de medicina en UC San Francisco y jefa de la División de Medicina Interna General en el Hospital General Zuckerberg San Francisco. "Estos datos del mundo real son realmente importantes para la toma de decisiones clínicas".
MENOS INFECCIONES CON EL DIU
La ligadura de trompas, que no tienen una tasa de eficacia diferente a los DIU, supone una estrategia sobre la que no hay vuelta atrás. “La ligadura de trompas es permanente”, indica Schwarz, “y los arrepentimientos después de estos procedimientos son difíciles, especialmente cuando la cobertura del tratamiento de infertilidad es limitada”.
Además, a diferencia de la otra tecnica, la ligadura hace que los pacientes tengan más probabilidades de infección o complicaciones en el procedimiento y provoca más dolor pélvico, abdominal y genitourinario. "Se debe alentar a las pacientes a probar un DIU antes de ir a la sala de operaciones para un procedimiento permanente", añade la investigadora.
Pese a los datos el 58,4% de las mujeres españolas elegirían este método irreversible según la encuesta de la SEC a diferencia del 31,4% que elegiría alguno de los métodos reversibles.