Las lesiones cerebrales traumáticas (LCT) pueden ocasionar hematomas o tejidos desgarrados, entre otras cosas. Contrario a lo que pueda parecer, esta situación no se queda estancada en el tiempo, sino que, con el paso de los años, puede continuar mejorando o empeorando. Así, según un estudio publicado en el número online de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología, esta lesión podría convertirse en una enfermedad más crónica.
"Nuestros resultados refutan la noción de que la LCT es un acontecimiento único con un resultado estancado tras un breve periodo de recuperación --explica el autor del estudio, Benjamin L. Brett, del Colegio Médico de Wisconsin (Estados Unidos)--. Más bien, las personas con LCT siguen mostrando mejoras y retrocesos en una serie de áreas que incluyen su capacidad de funcionamiento y sus habilidades de pensamiento".
Brett: "Las personas con LCT siguen mostrando mejoras y retrocesos en una serie de áreas que incluyen su capacidad de funcionamiento y sus habilidades de pensamiento"
En el estudio participaron personas de 18 hospitales de traumatología de nivel 1 con una edad media de 41 años. Un total de 917 personas tenían LCT leve y 193 tenían LCT de moderada a grave. Se emparejaron con 154 personas con lesiones ortopédicas pero sin traumatismo craneoencefálico. El seguimiento de los participantes duró hasta siete años.
Los participantes se sometieron a tres pruebas anuales de pensamiento, memoria, salud mental y capacidad para realizar actividades cotidianas entre dos y siete años después de la lesión. También completaron una entrevista sobre sus capacidades y síntomas, como dolor de cabeza, fatiga y trastornos del sueño.
Cuando analizaron todas las puntuaciones de las pruebas combinadas, el 21% de las personas con LCT leve experimentaron un deterioro, en comparación con el 26% de las personas con LCT de moderada a grave y el 15% de las personas con lesiones ortopédicas sin traumatismo craneoencefálico.
Entre las tres pruebas, los investigadores observaron el mayor deterioro a lo largo de los años en la capacidad para realizar las actividades cotidianas. De media, en el transcurso de 2 a 7 años tras la lesión, un total del 29% de las personas con LCT leve disminuyeron sus capacidades y el 23% de las personas con LCT de moderada a grave.
Brett: "Estos hallazgos señalan la necesidad de reconocer la LCT como una condición crónica"
Sin embargo, algunas personas mostraron mejoría en la misma área: el 22% de las personas con LCT leve mejoraron con el tiempo y el 36% de las personas con LCT de moderada a grave.
"Estos hallazgos señalan la necesidad de reconocer la LCT como una condición crónica con el fin de establecer una atención adecuada que apoye las necesidades cambiantes de las personas con esta condición --destaca Brett--. Este tipo de atención debe poner un mayor énfasis en ayudar a las personas que han mostrado mejoría a seguir mejorando e implementar mayores niveles de apoyo para aquellos que han mostrado declive".