La lepra es una enfermedad infecciosa y crónica producida por la bacteria Mycobacterium leprae, que se transmite vía aérea por el contacto prologando con personas que la padecen. Si bien existe la idea de que es altamente contagiosa, su incubación es muy lenta (hasta cinco años) y las personas tienen que estar genéticamente predispuestas para poder contraerla. Si no se trata a tiempo puede afectar a la piel, los nervios, la mucosa del tracto respiratorio y los ojos.
Estamos ante una de las enfermedades más estigmatizadas y desconocidas al mismo tiempo. Para algunos se trata de una patología que pertenece al siglo pasado pero la lepra sigue afectando a muchas personas en todo el mundo. Motivo por el que en este Día Mundial de la Lepra, desde este medio hemos querido dar visibilidad a esta enfermedad y lo hacemos de la mano de Anesvad.
Esta fundación trabaja desde 1968 para combatir las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) y los condicionantes económicos y sociales que las originan, que afectan a las comunidades empobrecidas de todo el planeta.
“Somos una de las organizaciones de referencia en la lucha contra estas enfermedades que abordamos desde dos perspectivas: integral, trabajando también factores socio sanitarios, e integrada, de manera complementaria al abordaje de otras enfermedades similares. El estigma asociado a la lepra en países en vías de desarrollo sigue siendo uno de los principales aspectos a mejorar y la integración en la detección y búsqueda de casos permite que más personas puedan ser diagnosticadas”.
Si bien existe la idea de que es altamente contagiosa, su incubación es muy lenta (hasta cinco años) y las personas tienen que estar genéticamente predispuestas para poder contraerla
Actualmente Anesvad centra sus esfuerzos en cuatro países de África subsahariana (Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín) donde contribuyen a controlar, eliminar y erradicar cuatro ETD de manifestación cutánea: la lepra, la úlcera de Buruli, el pian y la filariasis linfática.
LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA LEPRA
“En cuanto a la lepra, hemos observado que las medidas adoptadas a nivel global han disminuido considerablemente los casos detectados anualmente. Cada año se diagnostican en el mundo unos 210.000 nuevos casos de lepra, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Como ejemplo, en el 2004 solo en la India se detectaron 260.000 casos, cifra que ha disminuido a la mitad desde entonces. Los países más afectados aún así siguen siendo India (120.000 casos), Brasil (29.000 casos), e Indonesia (17.000 casos).
Desde Anesvad explican que la incidencia de la lepra en Europa “es casi inexistente”. En el viejo continente se detectan menos de 100 casos anuales y, si hablamos de España, únicamente se detectaron siete casos en 2018.
LEPRA, ENFERMEDAD CURABLE
Aún hoy en día hay personas que piensan que la lepra es una enfermedad incurable. Lo es “a través de una combinación de fármacos (MDT o multidrug therapy) que consisten en dapsona, rifampicina y clofazimina”.
La OMS recomienda este tratamiento desde la década de los años 80 y es distribuido de forma gratuita desde 1995. Tiene una duración aproximada de seis meses para los casos de lepra pauci-bacilares y de 12 meses para los casos multibacilares. La MDT mata el patógeno y cura al paciente.
“Si bien en los últimos años se han redoblado los esfuerzos por eliminar la enfermedad en los lugares donde es endémica, el principal escollo es la debilidad estructural de los sistemas de salud de los países o regiones donde se manifiesta. Estas enfermedades a menudo se descuidan en los programas y presupuestos de los sistemas de salud en los países donde son endémicas”, señalan.
"Cada año se diagnostican en el mundo unos 210.000 nuevos casos de lepra, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS)"
“Estas enfermedades a menudo se descuidan en los programas y presupuestos de los sistemas de salud en los países donde son endémicas. La falta de recursos y la atención prioritaria a otras enfermedades más visibles que causan una mortalidad mayor dificultan su tratamiento”.
Una fotografía a la que se suma “la situación de vulnerabilidad y empobrecimiento de las comunidades donde más casos se detectan. Muchas de las personas que la padecen, ni siquiera saben que están enfermas y si lo saben, el estigma asociado provoca que muchas veces permanezcan ocultas sin recibir el tratamiento adecuado”.
UNA MIRADA AL FUTURO
Con motivo del Día Mundial de la lepra, “Anesvad y todas las organización internacionales que trabajamos para combatir la enfermedad apoyamos la campaña Triple Cero, que se centra en tres áreas clave: Transmisión, Discapacidad y Discriminación. Trabajando para que cada una de estas áreas interconectadas llegue a cero: cero contagios, cero discapacidad asociada y cero estigma”.
Desde la fundación recalcan que uno de los principales problemas reside en el hecho de que estamos ante una enfermedad que todavía hoy no se comprende y requiere de investigación puesto que su trasmisión es una pieza clave en el trabajo de erradicación.
“Además, si no se trata la lepra puede afectar a los nervios y a la sensibilidad de la persona afectada, causando ceguera y discapacidad de por vida, hecho que deriva en discriminación y estigma, minando las posibilidades de desarrollar una vida digna. La lepra ha sido históricamente una enfermedad rodeada de mitos y falsas creencias y lleva asociada un pasado repleto de aislamiento, segregación y violencia hacia las personas que la padecen”.
La entrevista pone su punto y final con el deseable objetivo de erradicar completamente la enfermedad.
“Si bien la erradicación es un objetivo ambicioso para cualquier enfermedad, especialmente las Enfermedades Tropicales Desatendidas, actualmente las organizaciones que luchamos para combatir la lepra nos centramos en el control, la disminución de casos y la contribución al desarrollo de las comunidades empobrecidas donde más incidencia tiene la enfermedad”.