Las uveítis pueden ocasionar hasta un 15% de las pérdidas visuales totales en niños

Las uveítis pediátricas representan entre el 5% y el 10% de todas las uveítis, una enfermedad que puede ir asociada a otras patologías autoinmunes, sobre todo a la Artritis Idiopática Juvenil (AIJ), cuyos síntomas aparecen antes de los 16 años

Entre los pacientes con más riesgode sufrir uveítis se encuentra las niñas menores de seis años con Artritis idiopática Juvenil y anticuerpos antinucleares positivos
26 diciembre 2018 | 14:05 h

Las uveítis no infecciosas en niños pueden ser la causa de hasta el 15% de las pérdidas visuales totales si no se tratan a tiempo, por lo que cobra gran importancia el diagnóstico y tratamiento precoz de esta enfermedad.  

Éste es uno de los temas principales que se han tratado en la ‘Jornada sobre uveítis no infecciosas en pediatría’, que ha reunido en Sevilla a oftalmólogos y reumatólogos pediátricos de toda Andalucía. En este encuentro, que ha contado con la colaboración de AbbVie, se han discutido también otros asuntos como los problemas de la práctica clínica diaria ligados a esta patología.

La uveítis no infecciosa es una enfermedad intraocular inflamatoria compleja que si no se trata a tiempo o no responde adecuadamente, puede causar complicaciones visuales importantes, incluso ceguera.

La uveítis en la edad pediátrica suele ser asintomática

La Artritis Idiopática Juvenil (AIJ) es la enfermedad autoinmune que con más frecuencia asocia uveítis. De hecho, entre el 10% y el 30% de los niños con AIJ pueden padecer también uveítis. La característica más destacable de la uveítis en la edad pediátrica es que su presentación clínica suele ser asintomática, es decir que el paciente o los padres sólo la detectan cuando ya se presentan complicaciones, en ocasiones irreversibles.

PROGRAMAS DE CRIBADO

En este sentido, los especialistas recomiendan revisiones periódicas y programas de cribado o detección precoz oftalmológicos, sobre todo cuando se realiza un diagnóstico de cualquier patología reumatológica que conlleve un riesgo asociado de uveítis.

Entre los pacientes con más riesgo destacan las niñas menores de seis años

Así, la Dra. Marisol Camacho, responsable de Reumatología Pediátrica en el Servicio de Infectología, Reumatología e Inmunología pediátrica (SIRIP) del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, señala que entre los pacientes con más riesgo se encuentra las niñas menores de seis años con Artritis idiopática Juvenil y anticuerpos antinucleares positivos.

En la actualidad, existen protocolos de seguimiento y tratamiento de las uveítis en la infancia, elaborados conjuntamente entre oftalmólogos y reumatólogos pediátricos, como es el caso de la guía para el manejo de pacientes con uveítis asociada a la AIJ de la Sociedad Española de Reumatología Pediátrica (Serpe). Esta guía se inició en el año 2008, con actualizaciones posteriores propuestas en la II y III Reunión Nacional de Uveítis asociada a AIJ (Barcelona 2011 y 2013) y posteriormente publicada en 2015.

ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR

La uveítis no infecciosa en la edad pediátrica requiere para su correcto manejo una colaboración estrecha entre oftalmología y reumatología pediátricas, y representa actualmente un modelo a seguir de colaboración interdisciplinar.

Implementar esta colaboración interdisciplinar y el abordaje conjunto de estos pacientes por reumatólogos y oftalmólogos pediátricos en la práctica diaria es uno de los retos que afrontan los profesionales sanitarios en esta materia y que han puesto sobre la mesa durante esta jornada. No obstante, “el principal reto que debemos afrontar es ‘tolerancia cero’ a la inflamación, y de ello dependerá que se eviten complicaciones que empeoran el pronóstico vital de los niños”, asegura la Dra. Rosa Roldán, responsable de la Unidad de Reumatología Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.

En este sentido, según comenta la Dra. Carmen Vargas, del servicio de Reumatología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, “el objetivo terapéutico en la uveítis es conseguir detener la inflamación sin permitir que haya secuelas y vigilar la aparición de los posibles efectos secundarios de los distintos tratamientos”.

TRATAMIENTOS PARA LA UVEÍTIS PEDIÁTRICA

Como apunta la doctora Camacho, “al inicio del diagnóstico y, sobre todo, para un rápido control de la inflamación, el tratamiento de la uveítis pediátrica suele basarse en corticoides, como potentes antiinflamatorios tópicos -sobre todo gotas oculares- y/o sistémicos orales, incluso intravenosos en los casos más graves”.

Sin embargo, existen casos en los que no hay respuesta positiva suficiente con este tratamiento sintomático o recaen al suspenderlos, por lo que resulta necesario recurrir a los tratamientos inmunomoduladores como el Metotrexato. Si no se controla la actividad, señala Camacho, “podemos utilizar los llamados fármacos biológicos que bloquean las proteínas específicas de la inflamación, implicadas en la patogenia de las uveítis no infecciosas. Entre estos, tenemos que destacar los fármacos anti-TNF que han supuesto un gran avance para estos pacientes, ya que mejoran de forma significativa la evolución, siendo actualmente fármacos de elección en esta patología cuando no hay respuesta suficiente a los inmunosupresores convencionales”.

“En los últimos años, ha mejorado mucho el pronóstico de los pacientes gracias al uso de los tratamientos biológicos como los antiTNF. Esto es así debido a que mejoran de forma significativa su evolución”, añade la doctora.

El correcto manejo de los fármacos biológicos en la uveítis pediátrica en asociación o no con otros inmunosupresores continúa siendo un campo importante de estudio, que en los próximos años mejorará más aún la evolución, la seguridad y el pronóstico de estos pacientes.

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