Las vacunas es uno de los métodos más eficaces para luchar contra la propagación de ciertas enfermedades, como el sarampión. A pesar de que su efectividad está más que probada en los últimos años han surgido muchos movimientos antivacunas que ponen en jaque la estabilidad de la salud de las personas. Uno de los ejemplos más claros es Estados Unidos que debido a este colectivo está viviendo uno de los peores brotes de sarampión de su historia.
Según el estudio Wellcome Global Monitor, del que se hace eco Reuters, la confianza en las vacunas es más alta en los países más pobres mientras que es más débil en los países ricos donde el escepticismo ha permitido que surjan nuevos brotes de enfermedades, algunas que incluso estaban ya erradicadas.
"Durante el último siglo, las vacunas han convertido a muchas enfermedades infecciosas devastadoras en un recuerdo lejano"
La mayoría de los padres eligen vacunar a sus hijos, aunque los diferentes niveles de confianza exponen las vulnerabilidades en algunos países a posibles brotes de enfermedades. Para evitar esto es necesario que las personas tengan acceso a información sólida.
Según datos de los expertos en salud pública y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas salvan hasta 3 millones de vidas cada año en todo el mundo, además de que décadas de evidencia de investigación muestran que son seguras y efectivas.
Pero para proteger a poblaciones enteras, las tasas de cobertura de inmunización generalmente deben estar por encima del 90 % o el 95 %, unos porcentajes que pueden disminuir significativamente debido a la desconfianza.
"Durante el último siglo, las vacunas han convertido a muchas enfermedades infecciosas devastadoras en un recuerdo lejano", ha asegurado Charlie Weller, director de vacunas de la organización benéfica de salud Wellcome Trust.
Encontró que el 6 % de los padres en todo el mundo, equivalente a 188 millones, asegura que sus hijos no están vacunados. Los totales más altos se registraron en China con un 9 %, Austria con un 8 % y Japón con un 7 %.
El 92 % de los africanos confía en las vacunas frente al 72 % de las personas de Europa del Este
El estudio también encontró que tres cuartas partes de las personas del mundo confían en los médicos y enfermeras más que nadie para recibir consejos de salud, y que en la mayor parte del mundo, una mayor educación y una mayor confianza en los sistemas de salud, los gobiernos y los científicos es también un signo de mayor confianza en la vacuna.
En algunas regiones de altos ingresos, sin embargo, la confianza es más débil. Solo el 72 % de las personas en América del Norte y el 73 % en el Norte de Europa están de acuerdo en que las vacunas son seguras. En Europa del Este es solo el 50 %.
Heidi Larson, directora del proyecto de confianza de la vacuna en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, trabajó con los investigadores en este estudio. Ella ha dicho que "expone la paradoja de Europa" que, a pesar de ser una región con los niveles más altos de ingresos y educación, también tiene los niveles más altos de escepticismo de vacunas en el mundo.
En las regiones más pobres, los niveles de confianza tienden a ser mucho más altos, con un 95 % en el sur de Asia y un 92 % en el este de África sintiéndose seguros de que las vacunas son seguras y efectivas.