Lo primero que viene a la mente cuando se piensa en las enfermedades relacionadas con el tabaco es el cáncer de pulmón y la relación no es errónea, de hecho, es la principal causa. Pero sin embargo, hay alrededor de 15 tipos de cáncer distintos que tienen relación con esta práctica.
Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) el consumo de tabaco aumenta las posibilidades de padecer cáncer laringe, orofaringe, vejiga, boca, esófago, hígado y vías biliares y estómago, entre otros.
Uno de cada cuatro fumadores desarrolla EPOC
El mayor porcentaje está en el cáncer de laringe superando incluso al de pulmón, el 84 % de los casos están provocados por el consumo de tabaco. El cáncer de vejiga también tiene un porcentaje de relación muy elevado, cinco de cada diez casos está provocado por esta práctica.
Pero son muchas las enfermedades más allá del cáncer que están asociadas al consumo de tabaco. Los efectos en la salud cardiovascular aparecen enseguida de empezar a fumar. Se estima que, por cada 10 cigarrillos que se fuman por día, el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca aumenta un 18 % en hombres y un 31 % en mujeres.
Los efectos del consumo de tabaco en el sistema cardiovascular incluyen enfermedades coronarias como el infarto agudo de miocardio, enfermedad isquémica, angor o muerte súbita. Además también aumentan las probabilidades de padecer accidente cerebrovascular, enfermedad vascular periférica o aneurisma de la aorta abdominal.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica también conocida como EPOC es otra de las grandes patologías relacionadas con el consumo de tabaco. Se caracteriza por una obstrucción de las vías aéreas progresiva y en general no reversible. El 90% de los casos se deben al tabaquismo y uno de cada cuatro fumadores la desarrolla.