A principios de este mes de julio salió a la luz el contenido de al menos cuatro llamadas telefónicas efectuadas en abril de 2017, interceptadas por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en las que se reconoce la compra de un hígado ilegal para el exjugador del Fútbol Club Barcelona, Eric Abidal, al que se detectó un cáncer en el año 2011. El protagonista de las conversaciones es el expresidente del club blaugrana, Sandro Rosell, según informó el diario El Confidencial.
Los investigadores descubren las conversaciones al intervenir los teléfonos de Sandro Rosell en el marco de una investigación sobre blanqueo de capitales. El 23 de mayo de 2017 se produce la detención Rosell por este caso y es entonces cuando la jueza Carmen Lamela, quien llevaba el caso desde el Juzgado de Intrucción número 3 de la Audiencia Nacional, decide abrir una pieza separada que remite a la magistratura de Barcelona, donde recae en el juzgado número 28. En este momento es cuando se solicita una comisión rogatoria a Francia, y al no recibir respuesta, se ordena el archivo del caso.
Cuando salió a la luz el escándalo, hace apenas tres semanas, el Hospital Clínic de Barcelona aseguró que el centro "siguió la ley a rajatabla" y que "se cumplió con el protocolo". Asimismo, el exfutbolista, de 38 años, publicó en su perfil de Twitter una imagen en la que aparece el mismo Abidal con su primo Gerard, el presunto familiar que le donó el órgano, en una habitación del centro hospitalario.
La semana pasada, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que puso en marcha una investigación tras esclarecer estos hechos, comunicó que se habían revisado "todos y cada uno de los pasos del proceso en el ámbito de sus competencias, es decir, desde el punto de vista clínico y sanitario". En paralelo, el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña realizó una inspección en el Clinic, "cuyo informe final aún no se ha emitido".
La Fiscalía solicita la reapertura del caso para esclarecer las diferencias halladas hasta la fecha en la distinta documentación obrante en la causa
En este sentido, los datos de la ONT "confirman que el trasplante hepático de Abidal se realizó conforme a la legislación vigente y a la buena práctica clínica". Según explicaron, el excentral del F.C. Barcelona "estuvo en lista de espera para trasplante de donante fallecido. Ante la progresión de su enfermedad, el equipo médico consideró la opción de un trasplante hepático de donante vivo, lo que en ningún caso excluía la posibilidad del trasplante de donante fallecido de surgir la oportunidad".
Las identidades de donante y receptor y el parentesco entre ambos "fueron comprobados documentalmente en el centro, en el primer filtro que la ley contempla para la donación de vivo". "Aunque la legislación no exige que la donación entre vivos tenga que tener lugar en el ámbito familiar, al especificarse la existencia de una relación de parentesco, ésta se verificó documentalmente. En el Hospital Clinic consta acta de nacimiento y libro de familia tanto del donante como del receptor, de los que se deduce que son primos hermanos", apuntó la institución que dirige Beatriz Domínguez-Gil.
A pesar de los documentos que pueden apuntar que todo se hizo en un marco de legalidad, la ONT (teniendo en cuenta que sus competencias se limitan al ámbito clínico-sanitario) apuntó la semana pasada que se personará como acusación particular en el supuesto de que la jueza decida reabrir el caso.
Ahora, la Fiscalía ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona la reapertura del caso Abidal. Con esta petición a través de un escrito pretende esclarecer las diferencias halladas hasta la fecha en la distinta documentación obrante en la causa así como a los efectos de tratar de determinar con exactitud la identidad del donante.