Este lunes se cumplen casi 20 días desde que un hombre se precipitara por el hueco de uno de los ascensores del Hospital Universitario La Paz de Madrid. El cadáver fue hallado días después de la caída por el personal de seguridad y mantenimiento del centro. Fue encontrado en descomposición y, hasta entonces, durante varios días se notaba un fuerte olor en el edificio. Procedía de uno de los montacargas.
La Policía abrió entonces varias líneas de investigación y los medios de comunicación se han hecho eco a lo largo de estos días de diferentes hipótesis que podrían explicar el suceso. Una de ellas es la del accidente. Cobró fuerza como principal hipótesis de la muerte del hombre, de una edad comprendida entre los 50 y 60 años. En este sentido el fallecido, que no es empleado del hospital, portaba una orden de trabajo, por lo que los agentes estudiaron si formaba parte de alguna subcontrata del centro.
El cadáver apareció al lado de una llave maestra que permite abrir los portones de los montacargas y acceder a zonas restringidas
Junto a ello, el cadáver apareció al lado de una llave maestra que permite abrir los portones de los montacargas y acceder a zonas restringidas. Por este motivo, la Policía Nacional ya está analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad del perímetro y contrastando la versión de los testigos.
OTRAS HIPÓTESIS
Por su parte, los trabajadores de La Paz descartaron que se trate de un paciente ingresado. "Nos habríamos percatado de su ausencia", señalaron. Así mismo, dieron por hecho que el fallecido no era trabajador del hospital.
Días después se publicó que el individuo encontrado muerto se precipitó por el hueco de uno de los ascensores desde la planta 12 del centro, sobre las dos de la madrugada, según pudo saber el diario El País. La víctima, que no llevaba documentación, todavía no ha sido identificada y nadie ha manifestado echarle en falta.
La Policía Nacional reconoció incluso que se trata de uno de los casos más complicados de los últimos años debido a la escasez de pistas que permitan esclarecer su identidad. Además, el hombre tenía la cabeza prácticamente desprendida del cuerpo y con diversos daños, puesto que el elevador lo golpeaba en cada bajada y se tardó más de una semana en encontrarlo.