Cada año miles de personas son diagnosticadas de diabetes y epilepsia, muchos siendo niños y niñas. Esto supone una vida diferente al resto de personas, y un cambio de prioridades en las familias, ya que tienen que estar alerta de posibles crisis y adaptar esta realidad a la vida social de ellos y sus familias.
En el caso de la diabetes, existen medidores que te avisan cuando vas a tener una crisis de hipoglucemia o hiperglucemia. Al igual que hay fármacos que evitan las crisis en la epilepsia. Pero hay otra forma menos conocida que también permite adelantarse a estas situaciones: los perros de alerta médica.
Para profundizar más en este tema, Consalud.es ha hablado con la Fundación Canem, una ONG dedicada a becar la entrada de estos perros para familias que no tienen recursos económicos. Están formados por más de 250 familias con miembros que sufren diabetes y epilepsia. Son más de 250 perros de alerta médica que han mejorado las vidas de estas personas.
"El perro te avisa 20 minutos antes de tener una subida o bajada de azúcar, evitando que llegues a tener síntomas"
“Canem surge a través de juntar a dos personas distintas. Por un lado, a Paco, director del centro que se ha dedicado toda su vida a los perros. Estuvo en el ejército adiestrando a perros detectores de explosivos, y a partir ahí quiso empezar a introducirse en el mundo de la terapia asistida con animales. Por otro lado, estoy yo, que decidí contactar con él hace años como una usuaria que vive con diabetes tipo 1 desde los 5 años”, cuenta Lidia, psicopedagoga en esta organización.
Cuando Lidia tenía 17 años, fue una de las primeras que probó el proyecto de Chini, una perrita que la ayudaría a detectar sus subidas y bajadas de azúcar. Una vez que consiguieron que la cachorra empezara a conseguir buenos resultados, empezó a trabajar con Paco de forma profesional para hacer el proyecto más grande y ayudar a más personas.
“Durante años, Ana María ha pasado noches en blanco con el miedo de que una bajada de azúcar le deje inconsciente. Ahora, gracias a un perro de alerta médica puede dormir con tranquilidad. Sabe que 20 minutos antes la avisará a través de un ladrido. Un ladrido que salva una vida. En este tiempo puede tomar medidas y evitar que la situación se complique”, cuenta Lidia poniendo de ejemplo a una usuaria.
¿CÓMO PUEDEN LOS PERROS DETECTARLO?
Cuando se va a producir una subida o bajada de azúcar o una crisis de epilepsia, el cuerpo humano segrega un olor común llamado isopreno. En estos casos, las crisis hacen que los niveles varíen y alteren los cuerpos cetónicos. A través del olfato, el perro detecta estas variaciones y avisa con un ladrido 20 minutos antes o dos minutos antes si va a haber una subida o bajada de azúcar o de epilepsia, respectivamente.
“Con este tiempo conseguimos, en el caso de la diabetes, que no llegues a tener los síntomas. Cuando tienes hiperglucemia o hipoglucemia tienes síntomas muy característicos que a menudo paralizan tú día a día. Esto va a hacer que pares, dediques tiempo a recuperarte para así estar mejores y puedas continuar con tu vida. Es más una medida de prevención porque puedes comer hidratos de carbono o inyectarte insulina para evitar que ese pico llegue”, detalla Lidia.
"El perro está para dar un anillo de más seguridad, nunca para sustituir a la tecnología"
Como paciente de diabetes, Lidia sabe que su medidor, aunque es fiable, muchas veces falla. “Los medidores continuos de glucosa miden el líquido intersticial y a pesar de tener fiabilidad, a veces se pierde la señal, cuando duermes encima de ellos no se empapa en el líquido y los calores no son correctos. El perro está para dar un anillo de más seguridad, nunca para sustituir a la tecnología”.
En el caso de la epilepsia, “es mucho más sencillo”. Según cuenta la psicopedagoga, “la mayoría de nuestros usuarios son farmacoresistentes y, a pesar de tener medicaciones cada vez más fiables, muchas veces hay crisis que es imposible predecir y evitar. Con esos dos minutos de aviso que te da el can, puedes tumbarte en la cama y simplemente pasa la crisis en la cama. Lo peligroso es cuando tienes una crisis haciendo cualquier otra actividad como ir en bici o cocinar”.
Con todo esto, Lidia y Paco trabajan para que estos perros puedan llegar a todas aquellas personas que lo necesiten porque “este cambio se traduce en tiempo y tranquilidad”. Son perros que no solo acompañan. Son perros que salvan vidas y evitan daños colaterales de estas enfermedades.