La superación de un cáncer es vista como el fin de la lucha contra esta enfermedad. Sin embargo, no siempre se es consciente de las consecuencias tanto físicas como psicológicas que tiene para los pacientes. Uno de los temas tabú, del que pocas veces se habla, es la inserción laboral de las personas que han atravesado por una patología así. Adaptarse otra vez a la rutina no es un proceso fácil, tampoco rápido.
"El superviviente se enfrenta a varias adversidades, hay ciertas secuelas que también afectan a la parte laboral. Se aúnan demasiadas emociones y cambios de repente: toca incorporarse a las actividades cotidianas, el paciente tiene miedo a la recaída...", explica el psicoongólogo del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), Miguel Rojas.
Una vez superados los tratamientos para combatir la enfermedad, la parte psicológica juega un papel clave. Sin olvidarse de la recuperación física, donde la fisioterapia contribuye a una mejoría paulatina. Pero sin duda alguna uno de los valores que se deben tener más en cuenta en estos casos es la asertividad.
La vuelta al trabajo es uno de los escenarios que puede provocar grandes picos emocionales a los pacientes. “Se encuentran agotados y dispersos, con muchas emociones a las que hacer frentes y piensan que no van a ser tan eficientes como lo eran. Se ven más lentos. Les preocupa mucho tener dificultades en cuanto lenguaje o memoria. Todo esto les genera mucho estrés", señala este especialista en Psicología Oncológica.
¿CÓMO LES AFECTA?
Miguel Rojas reconoce que los supervivientes al cáncer pueden notar cambios en sus capacidades, pero esto no siempre ocurre. El foco del problema se encuentra en la actitud que tienen las empresas. "Muchas veces cuando se incorporan al trabajo les exigen como a todo el mundo. En otras tantas, se les trata como si no estuviesen capacitados para su labor. Además, no ayuda nada tener que explicar todo por lo que han pasado una y otra vez…", asegura el facultativo.
El Informe sobre las necesidades de los supervivientes de cáncer elaborado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) revela la realidad que solo los que la sufren en primera persona la conocen. Para el 64% de los encuestados, la pérdida de energía y el cansancio resultó el mayor de los problemas.
Uno de cada 10 confirmó haber sufrido una reducción del sueldo o que la enfermedad ha constituido un obstáculo en la promoción profesional
Para 6 de cada 10 participantes, el miedo a la recaída es el mayor problema a nivel emocional después de haber finalizado los tratamientos, mientras que más de la mitad de los encuestados (53%) declararon padecer angustia, ansiedad y preocupación. El 30% se han sentido discriminados o perjudicados en el ámbito laboral a causa de la enfermedad, mientras que alrededor del 20% ha perdido su empleo o ha tenido problemas en la reincorporación laboral. Uno de cada 10 confirmó haber sufrido una reducción del sueldo o que la enfermedad ha constituido un obstáculo en la promoción profesional, les ha imposibilitado trabajar durante una jornada completa o continuar con los estudios. Para un 5% de los consultados la enfermedad ha sido también motivo de problemas económicos. Nadie recibió ningún tipo de asistencia para resolver estas situaciones.
El Informe sobre las necesidades de los supervivientes de cáncer elaborado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) aborda los principales problemas de los pacientes una vez terminados los tratamientos contra la enfermedad.
¿EXISTE DISCRIMINACIÓN?
"Si que existen ciertos prejuicios que se van superando", indica Miguel Rojas, al mismo tiempo que confiesa que "hay discriminación". En estos casos el apoyo psicológico es un pilar fundamental para que el paciente se empodere en su día a día. Rojas destaca la necesidad "sumamente importante" de formar de manera asertiva a jefes y compañeros de trabajo.
Para la elaboración del estudio de Gepac se realizaron también grupos de discusión en los que se abordó inserción laboral y los miedos que sufren los supervivientes al cáncer. Los asistentes compartieron las vivencias relativas al miedo y a las dudas propias de la fase posterior de los tratamientos y consideraron fundamental un seguimiento psicológico. Además opinaron que se debería tener garantizada la continuidad del tratamiento psicológico una vez que se ha iniciado.
"No hay legislación ahora mismo que facilite la reinserción laboral de las personas que han tenido cáncer"
Los afectados han comentado las dificultades que se presentan en el momento de la reincorporación al trabajo debido a la presencia de problemas de concentración y memoria y el modo en que puede verse afectado el rendimiento laboral. Asimismo, se pusieron en evidencia cuestiones relativas a las ausencias en el puesto de trabajo debido a controles, revisiones y pruebas y la manera en que estas circunstancias pueden impactar en la relación con el empleador.
“Hay dificultades para desarrollar el trabajo normal. La falta de rendimiento en el trabajo hoy es un motivo de despido. Las empresas miran por su rentabilidad. Igual que promulgan medidas para la reinserción de grupos minoritarios, también para los enfermos de cáncer. Conozco a muchos que han perdido su trabajo y gente que no le es fácil encontrarlos porque tuvieron cáncer", afirma uno de los participantes.
El informe recoge también las carencias que sufren a nivel de derechos laborales. "No hay legislación ahora mismo que facilite la reinserción laboral de las personas que han tenido cáncer", denuncia uno de los pacientes. Entre las conclusiones generales que recoge este trabajo de Gepac en está la urgencia de dotar de apoyo social y orientar en base a las necesidades que tengan estos pacientes.