Si hace 15 años el tratamiento de pacientes con carcinoma de células renales (CCR) avanzado con Interferon o cirugía aislada como herramienta terapéutica era capaz de lograr medianas de supervivencia de 5-7 meses, en la actualidad la secuenciación terapéutica de nuevos fármacos consigue proyectar medianas de supervivencia superiores a los 30 meses, manteniendo una buena calidad de vida para el paciente.
El cáncer de riñón ha sido considerado durante años una neoplasia de baja incidencia, cuyo tratamiento quirúrgico era la única forma eficaz de controlar la evolución de los pacientes. Representa el 3% de todos los tumores, y aproximadamente tres de cada cuatro neoplasias renales serán carcinomas de células claras. Es aproximadamente dos veces más frecuente en hombres que en mujeres y la edad media de presentación es a los 60 años.
Se estima, además, que es responsable de la muerte de más de 35.000 personas al año en Europa, con 6.878 casos nuevos anuales en España. El hallazgo incidental u ocasional de los tumores renales en pacientes asintomáticos ha pasado a ser la principal vía de diagnóstico, lo cual contribuye a la detección de tumores renales en estadios mucho más precoces y, en definitiva, mejora a su vez el pronóstico de esta enfermedad.
El tratamiento del CCR se ha modificado en gran medida en los últimos años. Además de los constantes avances en el tratamiento local radical de los tumores renales en estadio precoz, recientemente hemos conocido los resultados de los principales ensayos sobre tratamiento adyuvante con antiangiogénicos en cáncer renal no diseminado. La evaluación exhaustiva de todos ellos resulta compleja dado que existen datos contradictorios de eficacia, pero quizá la clave esté en una mejor selección de los pacientes candidatos a tratamiento y de su riesgo real de recidiva.
En España se diagnostican 6.878 casos nuevos de cáncer de riñón al año
Además, avances recientes en el conocimiento de la biología molecular del carcinoma de células renales avanzado han permitido identificar vías de señalización que juegan un papel relevante en la progresión de estos tumores.
Lo habitual es que los pacientes con carcinoma renal avanzado reciban a lo largo de la evolución de su enfermedad una secuencia de distintos tratamientos que logren, manteniendo una buena calidad de vida para el paciente, prolongar al máximo su supervivencia incluso hasta medianas superiores ya a los 30 meses.
En primera línea, varias opciones terapéuticas ya clásicas se mantienen hoy en día como alternativas eficaces en el control de la enfermedad. Principalmente tratamientos dirigidos contra VEGF, como Sunitinib o Pazopanib. Cabozantinib, otro antiangiogénico con actividad adicional sobre la vía de MET, se ha incorporado también al escenario de primera línea para los grupos de pronóstico intermedio y mal pronóstico, demostrando un beneficio de supervivencia libre de enfermedad.
La moderna inmunoterapia también se ha incorporado al tratamiento de primera línea del cáncer renal.