Colegas-Confederación LGTB, es una de esas entidades que desde su sede en el barrio madrileño de Lavapiés sigue trabajando día a día por los derechos de las personas LGTBI. Entre sus principales preocupaciones está la salud sexual de este colectivo y por eso se coordinan con el Servicio Madrileño de Salud y el departamento sanitario del ayuntamiento, Salud Madrid, en la prevención, formación y abordaje de todas estas cuestiones.
El coordinador del área de Salud de Colegas-Confederación LGTB, Rutilio Martini, alerta del crecimiento del chemsex durante estos meses. "El consumo de drogas se ha duplicado en el ámbito sexual. La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto directo sobre el incremento del chemsex”, advierte.
Rutilio, más conocido como 'Ruty', apunta a que detrás de este aumento están las restricciones sociales y la percepción de estas prácticas sexuales de riesgo acompañadas del consumo de drogas como una alternativa de ocio. "La gente que tiene la tentación de caer en eso pero a lo mejor se ha resistido, ya se ha dejado de resistir y acude estas formas de ocio pero esto representa un problema muy grave".
"En Reino Unido ya es un problema de salud pública bastante importante al que se están destinando más recursos que a la lucha contra el VIH"
Según informan desde Colegas, el 80% de las personas que practican el chemsex terminan volviéndose adicta, cayendo en problemas de adicciones en las drogas que consume. "Estamos hablando de un fenómeno muy negativo y muy peligroso. En Reino Unido ya es un problema de salud pública bastante importante al que se están destinando más recursos que a la lucha contra el VIH", alerta el colectivo.
En Reino Unido es donde se acuñó el término chemsex por la aparición de estas prácticas. De manera generalizada, el chemsex lo practican hombres que tienen sexo con hombres (HSH), lo que no quiere decir que otras personas no lo practiquen aunque, como han explicado distintos colectivos a este diario, este es el perfil más común.
La edad oscila entre los 20 y los 45 años, por lo que el tipo de paciente que posteriormente desarrolla un problema de adicciones o contrae alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS) es población mayoritariamente joven.
UNA ENFERMEDAD INVISIBLIZADA
"El problema para visibilizar el chemsex a diferencia del consumo de drogas habitual es que el chemsex se da en un determinado colectivo, un segmento de la población por lo que el resto no es consciente de la gravedad del problema. Es gravísimo, sus efectos sobre la salud llevan a problemas de drogadicción, transmisión de ITS, problemas de socialización y autoestima, depresión…", explica Rutilio Martini.
Colegas y otras organizaciones sociales han solicitado en varias ocasiones al Ministerio de Sanidad que reactive el Plan Nacional sobre Drogas y que dentro de este se cree una oficina física para el tratamiento del Chemsex.
Estas entidades aseguran que mediante una estrategia nacional se podrían realizar estudios para cuantificar el impacto de este problema y saber hasta donde llega además de medidas preventivas mucho más eficaces y aumentar la visibilización de esta enfermedad.
"Está creciendo mucho y de manera muy preocupante. Se está normalizando. Vamos tarde. Dentro de un par de años vamos a tener una generación completa con problemas de adicción al chemsex", sentencia Rutilio Martini.