¿Viviré más de 40 años?, ¿Dejará de ser una limitación muy grande la discapacidad orgánica en el mundo laboral?, ¿Podré ser padre? Respuestas a estas preguntas es lo que busca Álvaro Abellán, un joven murciano de 26 años que padece fibrosis quística (FQ), una enfermedad hereditaria y degenerativa que afecta principalmente a los sistemas respiratorio y digestivo.
Pese a ser considerada la más común de las denominadas enfermedades raras, se trata aún de una “gran desconocida”. Con el objetivo de darle voz y ayudar a pacientes y familiares que se encuentran en su misma situación, Abellán se sumergió en una bonita iniciativa. A través de su cuenta de Instagram (@abesafitness), narra su día a día y anima con mensajes llenos de positividad, a quienes, en la intimidad, luchan como él, “son muchas las madres que, angustiadas por el reciente diagnóstico de sus hijos, se pone en contacto conmigo. También pacientes, un hecho reconfortante para ellos y para mí”, cuenta Álvaro en una entrevista a ConSalud.es.
Álvaro convive con la fibrosis desde que nació, “me detectaron la enfermedad en el vientre de mi madre, mediante la prueba de la amniocentesis”. Sin embargo, no era la primera vez que su familia hacía frente a esta patología, “mi hermano falleció de fibrosis quística cuando tenía mi edad, 26 años”. Un hecho que empujó a las redes a este joven “estaba en deuda, ahora solo espero llegar a más personas y que la FQ se conozca, no por mí, sino en memoria de mi hermano”.
Álvaro dedica una hora y media al día al deporte: “el ejercicio es necesario y obligatorio”
“La fibrosis quística es así, batallamos día y noche contra ella”, señala este joven en una de sus publicaciones, “es sin duda una carrera de fondo”. Quizá por eso, Álvaro dedica tanto tiempo al deporte, “más que bueno, el ejercicio es necesario y obligatorio”. Correr, nadar o ir gimnasio, son algunas de las actividades en las que Álvaro emplea su tiempo, “yo le dedico alrededor de una hora u hora y media al día”, nos cuenta.
La incertidumbre también forma parte de su día a día “hoy estoy bien, me encuentro estable, pero nunca sabemos que puede pasar mañana”. Antibióticos, vitaminas, protectores, enzimas pancreáticas y la fisioterapia respiratoria, dan nombre a su tratamiento, algo que le acompañará el resto de su vida, “cuando viajo, la maleta, que cualquier otra persona la utiliza para guardar ropa, tengo que utilizarla exclusivamente para la medicación”, lamenta.
Sin embargo, rendirse nunca será parte de sus planes, “mi pensamiento es: Álvaro lucha, Álvaro lucha, algún día esta pesadilla que vivimos todos los pacientes fiqui acabará”, insiste Abellán.