No hay mejor regalo que un par de sonrisas en Navidad. Por ello, la Asociación Benéfica Geriátrica (ABG) ha vuelto a poner en marcha la campaña #NingúnMayorSinRegalo en Navidad, en la cual han participado varios hospitales madrileños, entre los que destaca la Fundación Jiménez Díaz.
Así, alrededor de 120 pacientes mayores ingresados en estas fechas en la Fundación vieron alegrada y amenizada su estancia hospitalaria. Numerosos voluntarios de todas las edades acompañaron a los profesionales de Atención al Paciente y Trabajo Social del hospital, así como a los representantes de ABG, para entregar un pequeño obsequio a los pacientes hospitalizados más mayores del centro, junto a un regalo aún más especial: su cariño y compañía, aderezada, por supuesto, de villancicos, abrazos, sonrisas y, sobre todo, el agradecimiento de los visitados.
El objetivo de esta iniciativa es estar al aldo de las personas en situación de soledad
Con esta campaña se persigue paliar el aislamiento y la soledad que padecen muchas personas de edad avanzada, y que puede agravarse cuando están enfermos y hospitalizados, acompañarlos en estos días tan especiales, favorecer espacios de encuentro intergeneracional con mayores en situación de vulnerabilidad social y ofrecer a través de dichos encuentros, no sólo obsequios, sino el mayor de los regalos: el tiempo.
Y es que, como explica Sara Valle, trabajadora social de la Fundación Jiménez Díaz, “se trata de que el mayor número posible de pacientes mayores ingresados tenga en Navidad un detalle que abra un paréntesis en el recuerdo de su hospitalización, de un día en el que tuvieron una sorpresa y un regalo”. “Eso marca, y los pacientes lo recuerdan”, asegura.
Por su parte, Silvia Sierra, coordinadora de ABG, señala que el objetivo de este proyecto, al igual que el de la propia asociación, “es estar al lado de las personas mayores, sobre todo de aquellas que padecen una situación de soledad no deseada o de vulnerabilidad social”. “Para erradicar este mal -continua- es imprescindible la implicación de la sociedad, por ello queremos poner de relieve el papel de los voluntarios, sin los cuales no sería posible el proyecto”.
El humorista JJ Vaquero fue el padrino de excepción del proyecto
Además, como cada año, la campaña contó con un padrino de excepción del proyecto que acompañó en la entrega de los regalos a los pacientes ingresados en la Fundación Jiménez Díaz. En esta ocasión, el humorista JJ Vaquero fue el “rostro conocido” que eligió el hospital madrileño para ayudar a visibilizar y sensibilizar a la sociedad sobre su implicación a la hora de erradicar el aislamiento y la soledad de los mayores, así como para enviar un mensaje positivo en torno a este objetivo.