El Congreso de los Diputados vuelve a acoger el debate de la despenalización de la eutanasia en España. Con la presentación de la ley del PSOE para legalizarla, los diferentes grupos parlamentarios volverán a mostrar sus posturas al respecto. Europa sirve de espejo en este contexto para comprobar qué sucede en los países vecinos. A lo largo de todo el continente se encuentran ejemplos que van de un extremo al otro en la regulación de la eutanasia.
Holanda es el país más permisivo al ser legal desde hace 16 años. A este país le acompañan, entre otros, Bélgica y Luxemburgo, donde la eutanasia sí está permitida o no se persigue. En Suiza, por ejemplo, está considerada delito, pero no el auxilio al suicidio, con la peculiaridad de que no se tiene que contar con la asistencia de un médico, necesario únicamente para la prescripción del fármaco letal.
Holanda es el país más avanzado tras 30 años debatiendo públicamente sobre la muerte digna
Menos clara o más parcial es la ley en países como Alemania o Dinamarca, donde no es legal que el médico suministre este tipo de medicamentos, pero sí está permitida la eutanasia pasiva. Este término se refiere a que se pueda suspender el tratamiento por cualquier vía.
En el lado opuesto destacan países como Polonia, el más duro de todos en torno a este asunto. La eutanasia es ilegal y está penada con hasta cinco años de cárcel, de tal manera que se entiende como un asesinato. Entre los vecinos de España, como Italia, Francia y Portugal, la eutanasia también está penada y perseguida.
Encuestas recientes, como la realizada por Metroscopia en 2017, revela que el 84% de los ciudadanos españoles apoyan la despenalización. Desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) sostienen que se trata de una reivindicación transversal que trasciende líneas políticas, morales e ideológicas. Además, afirman, “legalizar la muerte asistida es el mejor acicate para impulsar el desarrollo de los cuidados al final de la vida”.
EN ESPAÑA, SIN CONSENSO POLÍTICO AÚN
Durante la presentación de la ley, el PSOE instó a los partidos su apoyo para que se inicie su tramitación. Sin embargo, esta posibilidad está aún en el aire. Desde Ciudadanos, el diputado Francisco Igea avanza a ConSalud.es que “no tenemos decidido el voto” pero sí que tiene claro que su presentación ahora es “el momento más inoportuno de todos los momentos posibles”.
Desde Ciudadanos consideran que, mientras aún no se ha terminado de tramitar su ley de muerte digna, abrir "a la vez" otro debate puede "dejar en la confusión más absoluta a la población"
Desde la formación naranja critican que “cuando aún no hemos acabado de tramitar la ley de derechos y garantías, no puedes abrir a la vez otro debate que puede dejar en la confusión más absoluta a la población”. Aunque Igea puntualiza que Ciudadanos no se ha negado “nunca” a dicho debate, sí que considera que “no se puede mezclar el debate de la enfermedad grave e irreversible, que es el que tiene más consenso social, con el derecho o no al suicidio asistido como un derecho individual”.
Por su parte, Unidos Podemos recuerda que ya puso el asunto en la agenda política con una ley propia, la cual fue rechazada por el Congreso y con la falta de apoyo del PSOE. Aún así, señalan que “no haremos lo mismo”, de manera que valorarán el contenido de la ley y afirman que antepondrán “la solución a los problemas de la población a los beneficios políticos o partidistas”.
Mientras, el Partido Popular ha comunicado que votará en contra de esta iniciativa. La portavoz adjunta, Marta González, insiste en que “la muerte nunca puede ser derecho y que la eutanasia “ataca a la dignidad humana”. Además, ha recordado que el código deontológico médico “rechaza por completo la eutanasia” y que la Constitución “protege el derecho a la vida”.