La crisis por la escasez de medicamentos en Venezuela se ha agravado en las últimas fechas. De hecho, Amnistía Internacional y otra serie de organizaciones no gubernamentales han elaborado el informe ‘Datos de Emergencia Humanitaria en Venezuela’ en el que consideran que el país vive un "genocidio silencioso".
En esta coyuntura, pacientes trasplantados han protestado esta semana en Caracas, la capital del país, para denunciar ante esta situación. Según han expuesto, esta falta de fármacos "compromete la salud de decenas de miles de pacientes", por lo que han exigido al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) revertir esta situación.
"Exigimos al Seguro Social que nos traiga el tratamiento, porque podemos perder el órgano y, por tanto, perder la vida"
Con lemas como 'Medicinas Ya' o 'Queremos Vivir', los manifestantes demandaron al IVSS suministrar estas dosis que son importadas, casi de forma exclusiva, por el Ejecutivo que preside Nicolás Maduro. "Exigimos al Seguro Social que nos traiga el tratamiento, porque podemos perder el órgano y, por tanto, perder la vida", afirmaba uno de los convocados venezolanos en declaraciones a la Agencia EFE.
Este es un testimonio desgarrador,por la indignación acumulada,y admirable,por el coraje y la entrega...trabajadoras del Hospital Universitario d CCS,en llanto,describen la situación d la salud d los venezolanos.En una institución que fue ejemplar en la calidad de su servicio... pic.twitter.com/XKCHlRr01e
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) 22 de febrero de 2018
El portavoz de la Coalición por la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida de las Personas en Venezuela (Codevida), Francisco Valencia, ha advertido recientemente que, al menos, 300.000 ciudadanos del país están en riesgo de muerte a causa de la escasez de medicinas. Las últimas estimaciones de organizaciones médicas subrayan que el desabastecimiento de fármacos alcanza el 90%.
En otro orden de cuestiones, la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi) presentada esta semana señala que el 64% de los cuestionados afirma haber perdido una media de 11 kilos en el último año a causa de la carencia de alimentos.