Cuidar de su mujer y sus hijos, tomar el aperitivo con los amigos o ir hacer la compra, eran algunas de las actividades que Joaquín Saldaña, paciente ostomizado desde hace 22 años, temía no volver hacer. En la actualidad, la ostomía es una condición poco conocida por su invisibilidad. Sin embargo, se trata de un problema social que afecta a más de 70.000 personas en España.
La ostomía es una intervención quirúrgica que consiste en la exteriorización de una parte del intestino: intestino delgado (ileostomía), intestino grueso (colostomía), o del aparato urinario (urostomía), para que se puedan eliminar todos los residuos, ya sean fecales o urinarios. Dichos residuos se van a recolectar a través de un dispositivo o bolsa, que el paciente portará.
Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estos pacientes, el Consejo General de Enfermería (CGE), con la colaboración de Coloplast, uno de los principales fabricantes del mundo de productos para el cuidado del estoma, han presentado el estudio Usos y actitudes de los pacientes ostomizados.
La falta de enfermeras estomaterapeuta ha sido uno de los principales reclamos. “Las enfermeras especializadas en ostomía son profesionales cuyo rol consiste en velar por la calidad de vida del paciente durante todo el proceso”, ha señalado Pilar Fernández, vicepresidenta de CGE durante la presentación. “Su asistencia es la diferencia entre una vida absolutamente normal del paciente, o un verdadero drama”, ha remarcado.
“La existencia de la enfermera estomaterapeuta es la diferencia entre una vida normal del paciente, o un verdadero drama”
Pese a que cada vez son más los trabajos de investigación que demuestran las mejoras que ofrece este colectivo, no solo en la calidad de vida del paciente, sino en el ahorro en gasto sanitario, el acceso a los cuidados que ofrece una enfermera estomateraputa es complicado para un gran números de pacientes ostomizados: “Existen grandes diferencias entres las diferentes comunidades autónomas, una equidad que no debería existir”, ha denunciado José Luis Cobos, vicesecretario general del CGE.
La enfermera estomaterapeuta fue clave para que Joaquín y su familia superasen ese trance que les puso la vida, "me apunto a pasar otros 22 años en las mismas condiciones en las que estoy". Como él, Teresa Marín, paciente de Crohn, lo ha confirmado, “dar con Paloma, mi enfermera de la Paz, me cambió la vida a mejor”.
En la misma línea se ha mostrado Isabel Jiménez, enfermera estomaterapeuta del hospital de Jaén y autora principal del estudio: “A las instituciones les interesa que haya menor gasto sanitario y, a nosotros, que haya menor sufrimiento humano, en esto influirá de manera directa la existencia de nuestro colectivo”.
IMPORTANCIA DEL ‘MARCAJE’: ADIÓS A LAS FUGAS
Según refleja el estudio, otro de los datos más contundentes hace referencia a la no realización del marcaje. El ‘marcaje preoperatorio’ consiste en definir la ubicación correcta que ocupará el estoma para evitar fugas y lesiones dérmicas posteriores. “El 45.6% de los pacientes no se marcan, además, de los que si se marcan, el 2.05% no se respetan”, ha afirmado Jiménez.
Comprometidos con la causa, se encuentran los expertos de Coloplast “nosotros intentamos que los pacientes que utilizan nuestros productos tenga una vida lo más plena posible, por ello, nuestro punto fuerte son los adhesivos. Nuestro planteamiento es clave, que estos se sellen bien a la piel y eviten todo tipo de fugas” ha alegado Ana Alcocer, directora de marketing de Coloplast.
VISIBILIDAD A LOS PACIENTES OSTOMIZADOS
Con el propósito de dar visibilidad a los pacientes ostomizados, Coloplast ha producido un vídeo en el que Joaquín Saldaña, ha sido el protagonista. Dirigido por el conocido actor Raúl Peña, narra la historia de este paciente, mostrando su día a día de manera optimista. “La ‘Ostomía te da la vida’ es una realidad, porque a partir de esta situación, Joaquín expresa una plenitud vital”, ha confirmado Peña.
Por último, la presidenta de la Asociación de ostomizados de Madrid (AOMA), Rosa Rodríguez, ha querido intervenir y reiterar, por un lado, “la necesidad de hacer un recuento de las personas ostomizadas, ya que técnicamente las cifras señalan 70.000, pero estoy segura de que pasamos del as 150.000”. Y, por otro, “la necesidad de contar con psicólogos que nos ayuden a aceptar y continuar con nuestro día a día”.