Asimismo, este descubrimiento también ha permitido “tener un conocimiento más completo” de cómo sucede este problema renal y de qué forma se puede bloquear “el incremento del riesgo cardiovascular y la progresión hacia fracaso renal crónico” vinculados al mismo, asegura el doctor Tejedor.
Permite dar respuesta satisfactoria a un problema que afecta en torno a un 7% de las personas que ingresan
Entre los descubrimientos más relevantes extraídos de este hallazgo, Tejedor, miembro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) valora como uno de los hechos más relevantes la nula interferencia de la cilastatina sobre los tratamientos ante los cuales protege al riñón. Especialmente los citotóxicos (utilizados para el cáncer), los inmunosupresores, los antibióticos o los usados para el tratamiento del VIH, considerados como los de mayor toxicidad para el riñón.
Según explica, ésto se debe a que la cilastatina actúa desde el exterior uniéndose a una proteína presente en la membrana de las células (la dehidropeptidasa renal), lo que frena la muerte de las células renales habitualmente dañadas por los citados tratamientos. “Las células renales, al morir, mandan mensajes a sus células vecinas, a las que puede inducir también a su desaparición. Gracias a la intervención de la cilastatina, la molécula de la muerte más el receptor de la muerte no se unen”, detalla Tejedor.
Sin la aplicación de este tratamiento, las células mueren, descaman el túbulo proximal y provocandaños vinculados al fracaso renal agudo. Sin embargo, con esta molécula, la denominada molécula de muerte pasaría a ser eliminada directamente por la orina sin interferir en el correcto funcionamiento renal.
Los resultados presentados por el equipo del doctor Tejedor en relación a los beneficios de la cilastatina como nefroprotector representa “una gran noticia para nuestra especialidad, ya que nos va a permitir dar respuesta satisfactoria a un problema que afecta en torno a un 7% de las personas que ingresan en un hospital y a entre el 36%-67% de los pacientes críticos”, explica María Dolores del Pino, presidenta de la SEN.