La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) define la ansiedad como una emoción natural que comprende las reacciones que tienen los seres humanos ante la amenaza de un resultado negativo o incierto. Este tipo de reacciones, se producen ante los exámenes, al sentirse evaluados o ante cualquier situación que nos resulte amenazante.
Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) alerta de que "los problemas de estrés están aumentando a lo largo del tiempo. Esto en principio no es patológico pero si vamos sumando y sumando puede llegar a serlo".
"La tecnología no nos deja desconectar"
De cierta manera, la ansiedad está ligada al estrés. El organismo se activa, a veces de forma demasiado intensa, se pueden producir consecuencias negativas a tres niveles: disminución del rendimiento, problemas de salud física y problemas de salud mental.
Según la OMS, alrededor de 260 millones de personas en el mundo sufrieron trastornos asociados a esta emoción en 2017. El Consejo General de Psicología de España estima que nueve de cada 10 españoles la padecieron durante ese mismo año. Según la SEAS, más de un 15% de la población general llega a sufrir alguna vez a lo largo de su vida algún trastorno de ansiedad, que consiste en una serie de reacciones (a nivel cognitivo, fisiológico y motor) demasiado intensas, o demasiado frecuentes, o simplemente poco ajustadas a la situación en que se encuentra el individuo. Estas manifestaciones llegan a ser patológicas en muchos casos, dificultando la vida normal de estas personas, o haciéndoles sentir experiencias muy desagradables en algunas situaciones.
Los trastornos de ansiedad que recoge la DSM-IV, una clasificación internacional de trastornos mentales, son: ataques de pánico (crisis de ansiedad o crisis de angustia), agorafobia, fobia específica, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático, trastorno por estrés agudo, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica, trastorno de ansiedad inducido por sustancias o el trastorno de ansiedad no especificado.
EL ACOSO Y LA ANSIEDAD
Ligada a la ansiedad estaría también el acoso. "A veces", explica Cano Vindel, "surgen problemas en la vida, como por ejemplo el bullying a un niño en el colegio. No se es consciente de hasta punto se pueden producir problemas a largo plazo. Hay personas que 40 años después sufren las consecuencias de esos hechos, que lo han arrastrado toda su vida".
Otro móvil, por ejemplo puede ser el acoso laboral. "Un grupo de compañeros se pueden aliar contra un individuo. A lo mejor lo hacen por gracia, por diversión. Evidentamente, esto le va a afectar a la salud de esta persona, llegando a provocar el suicidio". Aquí, el presidente de la SEAS, se ha referido también al trágico suceso de la mujer de 32 años, trabajadora de Iveco, que se quitó la vida el pasado mes de mayo tras llegar a sus compañeros un vídeo de carácter sexual que había difundido su antigua pareja.
En este sentido, alerta de que este tipo de comportamientos que se realizan en el entorno laboral "sin llegar a medir las consecuencias" son un fuerte factor detonante para que las personas afectadas sufran problemas de salud mental.