El de 2023 ha sido el verano más caluroso de la historia, algo que se ha notado especialmente en los países del sur de Europa y que, por razones obvias, también se ha traducido en un considerable aumento del número de defunciones en nuestro continente: En concreto, en el mes de julio han muerto cerca de 6.200 personas más que en la media de ese mes durante el periodo 2016-2019.
Así lo refleja un reciente informe de Eurostat, el organismo estadístico de la Unión Europea. Y, aunque los datos se refieren al número de muertes a nivel general, y no únicamente por golpe de calor, otro organismo de la Unión Europea, el Copernicus Climate Change Service (C3S), recuerda que en la zona sur del continente se llegaron a alcanzar temperaturas de hasta 45ºC.
Malta, Grecia y Chipre, los países en los que más ha aumentado el número de muertes en el mes de julio
De esta manera, los países que lideran el ranking permiten establecer una relación directa entre uno y otro factor: Las tasas de mortalidad más altas este año se dieron, con respecto a la media del mes de julio del mencionado periodo 2016-2019 y teniendo al 100% como valor de referencia, en Malta (+158%, alcanzando el 217% en la última semana), Grecia (120% / 139% en la tercera semana) y Chipre (117%, 134% en la última semana).
Las regiones de Europa más afectadas por las olas de calor fueron, según indica Eurostat, la propia Grecia, el este de España, Cerdeña, Sicilia y el sur de Italia. En nuestro país, sin embargo, son las Islas Canarias las que presentan un mayor aumento del número de defunciones en julio con respecto a las producidas en este mes en el periodo 2016-2019.
En La Palma, este aumento fue del 242% en la última semana; en El Hierro, en la primera semana, lo fue del 200%; mientras que en Fuerteventura y en Lanzarote, en la segunda, alcanzó el 214 y 176%, respectivamente.
El registro más alto se ha producido en la región austriaca de Lungau
A nivel general de Europa, el registro más elevado se dio en la región austriaca de Lungau en la segunda semana (343%), seguido de Nidwalden, Suiza, en la primera (293%) y de Catania, Sicilia, en la cuarta (282%).
La mayoría de las defunciones se produjeron en la segunda y tercera semana del mes, con un aumento del número total de entre y 3.200 y 3.800 en Europa y un porcentaje del 105 y 104%, respectivamente. En la primera semana de julio, en cambio, la tasa de mortalidad se situó por debajo del valor de referencia, registrando 800 muertes menos, mientras que en la última se igualó el valor medio de esa semana durante el periodo 2016-2019.
En España se han notificado, en el total del mes de julio, 33.605 muertes. De ellas, según el Instituto Carlos III, 679 son atribuibles a la temperatura. Sin embargo, agosto superó a julio, con 1.991 defunciones relacionadas directamente con la temperatura, siendo el día negro el viernes 25. De hecho, los peores datos se produjeron entre los días 23 y 29.
Además, a nivel general, en 2023 se han producido menos fallecimientos por esta causa que en 2022. La cifra llegó a alcanzar entonces las 4.653 muertes, casi el doble que este año.