Julio de 2023 ha sido un mes que ha marcado récords “nunca vistos” en cuanto a temperaturas. A nivel mundial, tal y como alertaba este jueves António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, se han registrado las tres semanas más calurosas de este periodo “jamás recordadas”, se ha alcanzado el récord de los tres días más calurosos y la temperatura del océano ha alcanzado este año su máximo registrado.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus y la Organización Mundial de Meteorología publicaron este jueves un informe en el que recogen estos datos presentados por Guterres. En concreto, la temperatura media global del aire en la superficie alcanzó su valor diario más alto, 17,08 °C, el 6 julio 2023. La temperatura media global del aire en la superficie promediada durante los primeros 23 días de julio de 2023 fue de 16,95 °C. Y en cuanto a los océanos, las temperaturas diarias se mantuvieron en récord desde abril, alcanzando el máximo valor el 19 de julio con 20,94 °C, solo 0,01 °C por debajo del valor más alto registrado el 29 de marzo de 2016 (20,95 °C).
Como señalan los expertos, estas temperaturas “han tenido un gran impacto en la salud de las personas, el medio ambiente y las economías”. Olas de calor en América del Norte, Asia y Europa e incendios devastadores en Canadá y Grecia están dejando un “verano cruel”. Aunque todavía no hay datos exactos, se prevé que “muy probablemente” este julio haya sido el más caluroso de la historia “pero también el mes más caluroso registrado”.
Estas temperaturas “han tenido un gran impacto en la salud de las personas, el medio ambiente y las economías”
El cambio climático es una realidad que está golpeando todas las partes del mundo. Sin embargo, es cierto que España, como han podido experimentar sus ciudadanos, no ha alcanzado en julio ese récord de temperaturas, ni ha tenido tantas olas de calor como otros años. Aunque, las altas temperaturas que se han sufrido sí que están suponiendo una serie de riesgo que amenazan a la salud.
CO2 POR ENCIMA DE LA MEDIA HISTÓRICA
Las altas temperaturas tienen un efecto directo en la salud de las personas, pudiendo ser mortales especialmente en el caso de la población más vulnerable. Por su parte, las emisiones de CO2 que se incrementan con los incendios también tienen un importante efecto en la salud humana, así como el impacto ambiental que suponen. El aumento de C02 se ha relacionado con la reducción de nutrientes como proteínas y el aumento de carbohidratos en los alimentos de origen vegetal, además de incrementar los efectos del cambio climático.
El año pasado España entera ardió, con 428 incendios que quemaron un total de 299.693 hectáreas según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS por sus siglas en inglés). El mismo organismo recoge que en julio de este año se han quemado ya 3.121 ha, una cantidad de terreno menor que en la media que se dio de 2006 a 2022, y menor que el récord histórico alcanzado. Sin embargo, sí que se produjo un récord de territorio quemado de marzo a abril, con 33.931 ha el 1 de abril y el máximo del 20 de mayo de 11.157 ha, meses en los que se produjeron más de mil incendios en regiones como Valencia y Aragón.
El número de incendios y las emisiones de CO2 marcaron récord histórico en primavera, de marzo a mayo
Como resultado, aunque en julio no se ha cumplido un récord, los incendios producidos por las altas temperaturas y la falta de lluvia de esta primavera en España han batido récord de áreas quemadas acumulativas en los meses de abril a junio. Estos incendios se tradujeron en un incremento de emisiones de dióxido de carbono que batieron este año récord del mes de abril al registrar el primer día de este mes 0,8 toneladas métricas. En julio, sin embargo, las emisiones se encuentran por el momento por debajo de la media histórica, pero las acumulativas de todo el año superan la media registrada de forma mantenida desde el 18 de marzo.
Los incendios de este año han superado la media de histórica y se espera que sigan en ello. Aunque, como se registra en los datos del EFFIS no han marcado récord histórico de riesgo en verano, sí que lo hizo de marzo a mayo. Una situación que, como ha manifestado Copernicus, ha supuesto una grave impacto en la salud humana y medioambiental, y recala directamente sobre el cambio climático y este, a su vez, sobre el sistema sanitario, además de otros sectores.
“Esto es, lamentablemente, la dura realidad del cambio climático y un anticipo del futuro”, dijo el secretario General de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, en la presentación del informe sobre el julio más caluroso de la historia a nivel mundial. “La necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es más urgente que nunca. La acción climática no es un lujo sino una obligación”, concluyó.